Cinco claves de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional

El pasado viernes 1 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Un documento de 128 páginas divididas en 6 capítulos que sustituye a otro en vigor desde 2013.

  • Terrorismo yihadista: una de las principales amenazas que enfrenta España y Occidente en general. El principal actor es el autodenominado Estado Islámico, por su "capacidad operativa, medios, proyección mediática y rápida expansión". El documento hace referencia a los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado verano para ejemplificar el nivel de amenaza que supone el yihadismo y apunta a una derivada a la que también se debe prestar mucha atención: el regreso de los llamados 'combatientes extranjeros'.
  • Campañas de desinformación: el documento advierte sobre este tipo de acciones, contextualizándolas en un conjunto de actuaciones dirigidas a desestabilizar un país -"se trata de acciones combinadas que pueden incluir, junto al uso de métodos militares tradicionales, ciberataques, operaciones de manipulación de la información, o elementos de presión económica, que se han manifestado especialmente en procesos electorales. La finalidad última que se persigue es la desestabilización, el fomento de movimientos subversivos y la polarización de la opinión pública"-. La Estrategia de Seguridad Nacional habla específicamente de la postverdad: "La manipulación de la información por parte de agentes externos ejerce de factor de influencia en la era de la postverdad, con efectos negativos en la cohesión social y la estabilidad política".
  • Crimen organizado: otra amenaza "de naturaleza transnacional, flexible y opaca", cuyo peligro radica en su "enorme capacidad desestabilizadora, que contribuye a debilitar el Estado y minar la buena gobernanza económica". En este apartado, se habla de la trata de seres humanos como uno de los principales áreas de actuación de estas redes criminales, algo que afecta a España sobremanera "como punto de acceso a la UE por parte de redes criminales procedentes de África y América".
  • Ciberamenazas: "Las amenazas en el espacio digital adquieren una dimensión global que va más allá de la tecnología", reza el documento, que destaca el incremento de este tipo de amenazas en los últimos años, tanto en intensidad como en sofisticación. Se trata de acciones que pueden ser llevadas a cabo por estados, grupos terroristas, crimen organizado e individuos. Algunos ejemplos de estas amenazas: "Robo de datos e información, los ataques ransomware y de denegación de servicios, el hackeo de dispositivos móviles y sistemas industriales, y los ciberataques contra las infraestructuras críticas". Además, se señala específicamente la amenaza del espionaje y, en concreto, el espionaje industrial, cuyo objetivo es "acceder al conocimiento tecnológico y estratégico que permita adoptar una posición diferencial con respecto a la competencia".
  • África: la amenaza yihadista, la situación geoestratégica y la dependencia energética de España convierten a África en objetivo prioritario para la Seguridad Nacional. Literalmente, el documento señala que "su estabilidad y prosperidad redunda en interés directo de España a la hora de asegurar flujos energéticos clave, hacer frente a la inmigración irregular, luchar contra el narcotráfico y prevenir el terrorismo yihadista".

El documento aborda otras cuestiones que deben marcar la Estrategia de Seguridad Nacional, como son las derivadas del cambio climático, especialmente lo relacionado con los incendios y sus devastadores efectos, junto a la sequía y, paradójicamente, las inundaciones.

En cualquier caso, si desde el Ministerio de Defensa se está poniendo cada vez un mayor énfasis en la necesidad de contribuir a la creación de una Cultura de Defensa, este documento aborda la necesidad de generar una suerte de Cultura de Seguridad Nacional con una declaración de intenciones: "El Gobierno impulsará cauces que faciliten el conocimiento en la sociedad acerca del esfuerzo de los actores y organismos implicados diariamente en la salvaguarda de la Seguridad Nacional, en ámbitos tales como la Defensa Nacional, la lucha contra el terrorismo, la ciberseguridad o la seguridad ciudadana. También fomentará la concienciación sobre las amenazas y desafíos actuales, y la sensibilización en lo que respecta a la responsabilidad colectiva en su preservación".


La nueva amenaza yihadista en Europa: armas químicas, drones y menores

La amenaza yihadista que se cierne sobre Occidente se ha acelerado con la caída del autoproclamado Califato del Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés). Los expertos advierten de que la desaparición territorial del IS no implica el fin de dicha amenaza; todo lo contrario, la acrecienta, pues el nuevo Califato es ahora virtual y más global que nunca, y requiere de acciones de gran impacto para reivindicar su existencia.

En este sentido, en los últimos meses Alemania ha alertado de las nuevas tipologías de amenaza que se ciernen sobre Europa. Según informaba El Confidencial, las autoridades alemanas pusieron en marcha un simulacro en Berlín en el que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los distintos cuerpos sanitarios se enfrentaban a un ataque químico.

Más allá de un ejercicio de entrenamiento y para comprobar la capacidad de reacción, la prueba guarda relación con una amenaza real notificada por un "servicio de inteligencia amigo" a las autoridades alemanas, según reveló el diario Welt. De acuerdo con el rotativo, dicho aviso, proveniente de un país ajeno a la Unión Europea, era "concreto" y apuntaba al uso de gas cloro o ácido sulfhídrico en espacios públicos cerrados.

A esto hay que sumar la creciente preocupación ante el posible uso de drones y otros vehículos autónomos o semiautónomos para cometer este tipo de ataques. Un reciente estudio del think tank alemán Academia Federal de Política de Seguridad (BKAS) alerta de que "este tipo de vehículos ya están siendo usados o probados por grupos terroristas como el IS en varios escenarios de guerra".

Esta institución, ligada a los servicios secretos alemanes, advertía en su informe de que "se debe prestar mucha más atención al riesgo de que sean empleados para ataques terroristas, especialmente si se usan para dispersar material químico, biológico o radiológico". Unos ataques de los que "sería muy difícil defenderse" ante el pequeño tamaño de estos dispositivos y la posibilidad de que "se usa un gran número de ellos de forma simultánea", en una suerte de "bandadas de drones".

El tercer pilar sobre el que han alertado las autoridades alemanas hace referencia al posible aumento en el uso de menores, incluso niños, en ataques terroristas en suelo europeo. En concreto, Hans-Georg Maaßen, Presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), los servicios secretos alemanes del interior, alertó sobre la posibilidad de que, con el retorno de los llamados 'combatientes extranjeros', lleguen menores que "podrían convertirse en una nueva generación de yihadistas".

No en vano, Alemania sufrió el pasado año siete atentados yihadistas, de los cuales tres fueron cometidos por menores de edad. Incluso hubo un intento de atacar un mercado navideño en Ludwigshafen por un niño de 12 años, que no logró su objetivo al fallar el aparato explosivo de fabricación casera.

 


El retorno de los combatientes extranjeros desde Siria e Irak, un auténtico reto para Europa

La derrota militar del autodenominado Estado Islámico permite atisbar una realidad enormemente completa y peligrosa. De acuerdo con el ejército estadounidense, el número de terroristas del Daesh muertos asciende a más de 70.000.

Desde 2014, la organización liderada por Abu Bakr al Baghdadi ha perdido el 70% de su territorio en Irak y el 51% en Siria. En esta caída del autoproclamado califato islámico se está produciendo un éxodo de los llamados 'combatientes extranjeros', aquellos que, seducidos por las promesas de Al Baghdadi, abandonaron Europa para enrolarse en las filas de Daesh y ahora aprovechan su caída para escapar de vuelta a sus países de origen.

Según relata Pilar Cebrián, que cita datos del Centro Soufan, en los últimos tres años se han desplazado a Siria e Irak 40.000 de estos combatientes extranjeros. De estos, Europa habría aportado más de 5.000, siendo Francia el país que, con 1.910, más habría contribuido a engrosara las filas de los terroristas.

Fuentes policiales francesas aseguran que, hasta mediados de este año, más de 200 han regresado, pero tienen constancia de que otros 977 franceses están a punto de volver. Nos encontramos pues ante un fenómeno que acaba de iniciarse y cuya gestión supone un auténtico desafío para las autoridades nacionales y europeas.


Manuel Torres: “La particularidad de nuestra historia otorga a España una sobre-exposición a la amenaza yihadista que no sufren otros países”

“Internet supone la materialización de un sueño para el yihadismo, el de poder comunicarse con su audiencia sin la necesidad de intermediarios que puedan desvirtuar su mensaje”. Así resumió Manuel R. Torres Soriano el pasado 26 de octubre el uso que hacen los islamistas radicales de la red. “Gracias a Internet, los terroristas pueden dirigirse a su público cuándo, cómo y en la extensión que ellos deseen”, explicó Torres.

Esta capacidad ha derivado en el surgimiento de lo que se ha denominado Califato Virtual, que ha adquirido una especial relevancia tras la derrota del autodenominado Estado Islámico en Raqqa, considerada por los terroristas la capital de su califato. “El Califato Virtual es la extensión en el ciberespacio del proyecto político-religioso que Daesh ha intentado crear desde Siria e Irak”, explicó Torres, quien aclaró que, “a medida que el grupo va perdiendo control territorial, necesita en mayor medida conservar este ‘patrimonio virtual’ que le permite seguir gozando de una imagen de fortaleza y relevancia aunque la realidad sobre el terreno sea muy distinta”.

Manuel R. Torres Soriano, Profesor de la Universidad Pablo de Olavide y experto en terrorismo, ofreció en Córdoba la conferencia ‘Internet: el nuevo campo de batalla para el yihadismo’, organizada por el Instituto de Seguridad y Cultura.

Uno de los recursos más frecuentes en el discurso yihadista, según explicó este experto en terrorismo, es el de España. “Al Andalus se contempla como una herida abierta que debe ser reparada”, explicó. “No sólo es el paraíso perdido, sino que su pérdida es interpretada como el inicio de todos los males que afligen al mundo musulmán, así como de la obligación individual de acometer la yihad”. ¿Y qué implicaciones tiene este simbolismo de Al Andalus? El profesor Torres fue claro: “Esta particularidad de nuestra historia otorga a España una sobre-exposición a la amenaza yihadista que no sufren otros países”.

En este sentido, este experto ahondó en las medidas a adoptar para atajar dicha amenaza en nuestro país, poniendo especial énfasis en el control de las mezquitas. “Más allá de la necesaria labor de control que realizan las fuerzas de seguridad para evitar que en estos espacios se puedan llevar a cabo actividades tipificadas como delitos, debe exigirse una transparencia radical por parte de estas comunidades”, aseguró, al tiempo que reiteró que la mejor manera es “ser completamente cristalinos sobre lo que sucede en el seno de estas comunidades, quiénes son los diferentes actores en juego y cuáles son sus propósitos y exigencias”.

No en vano, el profesor Torres recalcó que “el islamismo en Occidente supone un problema de mayor dimensión que la propia violencia yihadista”, explicando que “mientras el terrorismo es un problema de seguridad que puede ser gestionado, en el largo plazo la extensión de ideologías que niegan los principios básicos de convivencia puede generar un problema de cohesión social con unas consecuencias mucho más graves”.

Por ello, advirtió sobre “algunos estados con un considerable músculo financiero que han aprovechado el marco de libertades y pluralismo religioso de nuestras sociedades para extender unas doctrinas que suponen una negación de esos mismos principios”. El Profesor Torres remarcó que “es perfectamente legítimo y necesario que el Estado impida que la financiación e influencia de algunos países termine envenenando el islam en España”.