España y Francia se alían para heredar las infraestructuras militares de la UE en Reino Unido

Una de las consecuencias del abandono del Reino Unido de la Unión Europea es la salida obligatoria de aquellas instituciones y organismos que tengan su sede en suelo británico. Eso incluye aquellas relacionadas con la Defensa comunitaria como el mando de la misión Atalanta que la UE mantiene en Northwood.

España ya había manifestado sus deseos de que dicho mando se trasladara a la base naval de Rota, y ahora ha encontrado un importante aliado en Francia, quien a su vez aspira a albergar en su base naval de Brest el Centro de Seguridad Marítima para el Cuerno de África (MSC HoA). Rota ya es un importante centro estratégico como base integrada en el llamado 'escudo antimisiles' de la OTAN.

El Gobierno francés apoyaría las intenciones españolas de que la misión contra la piratería en el Índico se mande desde España, el único país que ha mantenido presencia permanente durante los 10 años de historia de dicha misión, lo que ha implicado el uso de 33 buques y un destacamento aéreo en la base de Yibuti.

Según ha informado ABC, esta alianza hispano-francesa podría encontrar un rival en Italia, que también estaría interesada en heredar el control de la misión Atalanta. Esta hipótesis podría llegar a la paradoja de que Roma presentara una candidatura conjunta con el propio Reino Unido que pretende mantener todos lo vínculos posibles con la UE en materia de Defensa.


Cinco claves de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional

El pasado viernes 1 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Un documento de 128 páginas divididas en 6 capítulos que sustituye a otro en vigor desde 2013.

  • Terrorismo yihadista: una de las principales amenazas que enfrenta España y Occidente en general. El principal actor es el autodenominado Estado Islámico, por su "capacidad operativa, medios, proyección mediática y rápida expansión". El documento hace referencia a los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado verano para ejemplificar el nivel de amenaza que supone el yihadismo y apunta a una derivada a la que también se debe prestar mucha atención: el regreso de los llamados 'combatientes extranjeros'.
  • Campañas de desinformación: el documento advierte sobre este tipo de acciones, contextualizándolas en un conjunto de actuaciones dirigidas a desestabilizar un país -"se trata de acciones combinadas que pueden incluir, junto al uso de métodos militares tradicionales, ciberataques, operaciones de manipulación de la información, o elementos de presión económica, que se han manifestado especialmente en procesos electorales. La finalidad última que se persigue es la desestabilización, el fomento de movimientos subversivos y la polarización de la opinión pública"-. La Estrategia de Seguridad Nacional habla específicamente de la postverdad: "La manipulación de la información por parte de agentes externos ejerce de factor de influencia en la era de la postverdad, con efectos negativos en la cohesión social y la estabilidad política".
  • Crimen organizado: otra amenaza "de naturaleza transnacional, flexible y opaca", cuyo peligro radica en su "enorme capacidad desestabilizadora, que contribuye a debilitar el Estado y minar la buena gobernanza económica". En este apartado, se habla de la trata de seres humanos como uno de los principales áreas de actuación de estas redes criminales, algo que afecta a España sobremanera "como punto de acceso a la UE por parte de redes criminales procedentes de África y América".
  • Ciberamenazas: "Las amenazas en el espacio digital adquieren una dimensión global que va más allá de la tecnología", reza el documento, que destaca el incremento de este tipo de amenazas en los últimos años, tanto en intensidad como en sofisticación. Se trata de acciones que pueden ser llevadas a cabo por estados, grupos terroristas, crimen organizado e individuos. Algunos ejemplos de estas amenazas: "Robo de datos e información, los ataques ransomware y de denegación de servicios, el hackeo de dispositivos móviles y sistemas industriales, y los ciberataques contra las infraestructuras críticas". Además, se señala específicamente la amenaza del espionaje y, en concreto, el espionaje industrial, cuyo objetivo es "acceder al conocimiento tecnológico y estratégico que permita adoptar una posición diferencial con respecto a la competencia".
  • África: la amenaza yihadista, la situación geoestratégica y la dependencia energética de España convierten a África en objetivo prioritario para la Seguridad Nacional. Literalmente, el documento señala que "su estabilidad y prosperidad redunda en interés directo de España a la hora de asegurar flujos energéticos clave, hacer frente a la inmigración irregular, luchar contra el narcotráfico y prevenir el terrorismo yihadista".

El documento aborda otras cuestiones que deben marcar la Estrategia de Seguridad Nacional, como son las derivadas del cambio climático, especialmente lo relacionado con los incendios y sus devastadores efectos, junto a la sequía y, paradójicamente, las inundaciones.

En cualquier caso, si desde el Ministerio de Defensa se está poniendo cada vez un mayor énfasis en la necesidad de contribuir a la creación de una Cultura de Defensa, este documento aborda la necesidad de generar una suerte de Cultura de Seguridad Nacional con una declaración de intenciones: "El Gobierno impulsará cauces que faciliten el conocimiento en la sociedad acerca del esfuerzo de los actores y organismos implicados diariamente en la salvaguarda de la Seguridad Nacional, en ámbitos tales como la Defensa Nacional, la lucha contra el terrorismo, la ciberseguridad o la seguridad ciudadana. También fomentará la concienciación sobre las amenazas y desafíos actuales, y la sensibilización en lo que respecta a la responsabilidad colectiva en su preservación".


Entrevista a... Manuel R. Torres Soriano

Que España es un objetivo del terrorismo yihadista es indudable, máxime tras los atentados del pasado verano en Barcelona y Cambrils. Manuel R. Torres Soriano, Profesor de la Universidad Pablo de Olavide y experto en terrorismo, aborda en esta entrevista las claves para entender la situación en que afronta España esta amenaza y la peculiar relación de los yihadistas e internet.


El G-6 señala en Sevilla la necesidad de reforzar el control sobre los mensajes en las mezquitas

Los ministros de Interior de España, Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia e Italia se reunieron el pasado lunes 17 en Sevilla en el marco del llamado G-6. Tras los atentados de Cataluña, Polonia cedió a España la organización de dicho encuentro, en el que quien fuera alcalde de la capital andaluza y actual titular del Interior, Ignacio Zoido, hizo de anfitrión en una reunión en la que se abordaron, desde un punto de vista europeo, el terrorismo yihadista, la inmigración y la lucha contra el crimen organizado.

En este sentido, fue el propio Zoido quien, al finalizar la reunión, ofreció un breve resumen de la misma destacando el consenso entre los asistentes por ejercer un mayor control sobre los imanes y los mensajes que se lanzan en las mezquitas. El titular de Interior también planteó la necesidad de ejercer un mayor control sobre internet y la venta de productos que pueden ser utilizados para fabricar explosivos.

"El terrorismo yihadista tiene la facultad de adaptarse y cambiar su modus operandi", destacó el titular de Interior español, quien enfatizó en la necesidad de generar una buena comunicación entre las autoridades y los comerciantes para poder detectar transacciones de materiales potencialmente peligrosos.

Al encuentro asistieron, además de Zoido, el Ministro del Interior de Francia, Gerard Collomb; la de Reino Unido, Susan Williams of Trafford; el de Polonia, Mariusz Blaszczak; la secretaria de Estado de Alemania, Emily Haber; y el Embajador de Italia, Stefano Sannino. La reunión contó además con la presencia del Ministro del Interior de Marruecos, Abdelouafi Laftit, y de los comisarios europeos de Migración, Interior y Ciudadanía, Dimitris Avrapoulos; y Seguridad, Julian King.

Todos ellos trataron además de la necesidad de coordinar acciones para lograr una inmigración ordenada y regular, conseguir la total integración de los inmigrantes y una mayor coordinación en materia de asilo.