Defensa democrática contra la desinformación

"Es el momento de pasar a la acción". Así lo advierten el ex diplomático estadounidense Daniel Fried y la investigadora de la Brookings Institution Alina Polyakova, que han elaborado una lista de recomendaciones para que Gobiernos, compañías digitales y la sociedad civil en general aceleren la respuesta occidental a la creciente amenaza digital rusa y han publicado en el informe 'Defensa democrática contra la desinformación'.

Uno de los factores en torno a los que han planteado sus recomendaciones es el de la educación. En una entrevista en El País, Polyakova habla de la necesidad de formar "a los llamados 'ciudadanos digitales críticos'", es decir, "gente protegida por lentes críticas de modo parecido a las que usaban los estadounidenses y los europeos occidentales en los años de la Guerra Fría para diferenciar propaganda e información fiable".

Otra área de trabajo propuesta gira en torno a los algoritmos, que deben, en opinión de Fried y Polyakova, de discriminar la información no creíble. Algo que, de acuerdo con Polyakova, ya están haciendo los motores de búsqueda, aunque esta experta advierte de que no es suficiente: "Hay una industria enorme que se ha desarrollado para manipular los resultados de YouToube o Google y consigue a veces que una información negativa aparezca entre los primeros resultados".

Polyakova apunta además a la Inteligencia Artificial como uno de los campos en los que la amenaza puede crecer más rápidamente. En concreto, hace referencia al desarrollo de los 'bots'. "Se prevé que, en cuestión de dos o tres años, estos bots sean capaces de predecir respuestas y escribir cosas coherentes", explica, al tiempo que advierte de investigaciones que generan nuevas identidades humanas a partir de bases de datos fotográficas.

 


Cinco claves de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional

El pasado viernes 1 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Un documento de 128 páginas divididas en 6 capítulos que sustituye a otro en vigor desde 2013.

  • Terrorismo yihadista: una de las principales amenazas que enfrenta España y Occidente en general. El principal actor es el autodenominado Estado Islámico, por su "capacidad operativa, medios, proyección mediática y rápida expansión". El documento hace referencia a los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado verano para ejemplificar el nivel de amenaza que supone el yihadismo y apunta a una derivada a la que también se debe prestar mucha atención: el regreso de los llamados 'combatientes extranjeros'.
  • Campañas de desinformación: el documento advierte sobre este tipo de acciones, contextualizándolas en un conjunto de actuaciones dirigidas a desestabilizar un país -"se trata de acciones combinadas que pueden incluir, junto al uso de métodos militares tradicionales, ciberataques, operaciones de manipulación de la información, o elementos de presión económica, que se han manifestado especialmente en procesos electorales. La finalidad última que se persigue es la desestabilización, el fomento de movimientos subversivos y la polarización de la opinión pública"-. La Estrategia de Seguridad Nacional habla específicamente de la postverdad: "La manipulación de la información por parte de agentes externos ejerce de factor de influencia en la era de la postverdad, con efectos negativos en la cohesión social y la estabilidad política".
  • Crimen organizado: otra amenaza "de naturaleza transnacional, flexible y opaca", cuyo peligro radica en su "enorme capacidad desestabilizadora, que contribuye a debilitar el Estado y minar la buena gobernanza económica". En este apartado, se habla de la trata de seres humanos como uno de los principales áreas de actuación de estas redes criminales, algo que afecta a España sobremanera "como punto de acceso a la UE por parte de redes criminales procedentes de África y América".
  • Ciberamenazas: "Las amenazas en el espacio digital adquieren una dimensión global que va más allá de la tecnología", reza el documento, que destaca el incremento de este tipo de amenazas en los últimos años, tanto en intensidad como en sofisticación. Se trata de acciones que pueden ser llevadas a cabo por estados, grupos terroristas, crimen organizado e individuos. Algunos ejemplos de estas amenazas: "Robo de datos e información, los ataques ransomware y de denegación de servicios, el hackeo de dispositivos móviles y sistemas industriales, y los ciberataques contra las infraestructuras críticas". Además, se señala específicamente la amenaza del espionaje y, en concreto, el espionaje industrial, cuyo objetivo es "acceder al conocimiento tecnológico y estratégico que permita adoptar una posición diferencial con respecto a la competencia".
  • África: la amenaza yihadista, la situación geoestratégica y la dependencia energética de España convierten a África en objetivo prioritario para la Seguridad Nacional. Literalmente, el documento señala que "su estabilidad y prosperidad redunda en interés directo de España a la hora de asegurar flujos energéticos clave, hacer frente a la inmigración irregular, luchar contra el narcotráfico y prevenir el terrorismo yihadista".

El documento aborda otras cuestiones que deben marcar la Estrategia de Seguridad Nacional, como son las derivadas del cambio climático, especialmente lo relacionado con los incendios y sus devastadores efectos, junto a la sequía y, paradójicamente, las inundaciones.

En cualquier caso, si desde el Ministerio de Defensa se está poniendo cada vez un mayor énfasis en la necesidad de contribuir a la creación de una Cultura de Defensa, este documento aborda la necesidad de generar una suerte de Cultura de Seguridad Nacional con una declaración de intenciones: "El Gobierno impulsará cauces que faciliten el conocimiento en la sociedad acerca del esfuerzo de los actores y organismos implicados diariamente en la salvaguarda de la Seguridad Nacional, en ámbitos tales como la Defensa Nacional, la lucha contra el terrorismo, la ciberseguridad o la seguridad ciudadana. También fomentará la concienciación sobre las amenazas y desafíos actuales, y la sensibilización en lo que respecta a la responsabilidad colectiva en su preservación".