Webinar: Claves estratégicas de las relaciones entre España y Argelia
https://www.youtube.com/watch?v=Ncwe52UQDtA&t=797s
¿Cómo se espera que evolucione la relación política, diplomática y económica de España con Argelia en los próximos años? Este es uno de los asuntos que se ayer se discutieron en el webinar 'Claves estratégicas de las relaciones entre España y Argelia', en el que participaron Alberto Priego, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas; Ignacio Cembrero, corresponsal y escritor especializado en la cobertura del Magreb; y Florentino Portero, director del Instituto de Política Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria.
Claves estratégicas de la relación de España con Argelia
En la época de 1980 se cristalizó la importancia de la posición neutral de España en favor de una solución política consensuada para el derecho de autodeterminación del Sáhara Occidental.
Por aquel entonces, España sufrió la mayor crisis política con Argelia cuando, a raíz de la cuestión del Polisario y ante la competitividad de Marruecos, Argel empujó a los movimientos independentistas regionales, que alcanzaron la dimensión nacional con la reclamación argelina de la independencia de Canarias. Precisamente, fue la diplomacia de Adolfo Suárez la que favoreció que el apoyo de Argelia al independentismo canario se fuese debilitando, coincidiendo con el mayor crédito que se dio dentro de la sociedad española al Polisario.
Esta mayor cercanía política se sustanció también cuando en el 2004 se creó la Iniciativa 5+5 (Portugal, España, Francia, Malta e Italia por la parte norte, y Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, por la orilla sur); por primera vez, se propuso un espacio en el que tanto Argelia como Marruecos pudieran impulsar la cooperación multilateral para la seguridad en el Mediterráneo occidental. Esta iniciativa 5+5, aunque todavía necesita revitalizar la cooperación entre sus miembros y en favor de un mayor trabajo estratégico regional, ha favorecido el estrechamiento de los vínculos norte-sur más allá de las relaciones bilaterales.
Las rupturas diplomáticas entre Argelia y Marruecos a finales de agosto de 2021 (una relación en crisis que se prolonga desde la guerra de las Arenas de 1963) hicieron tambalear de forma significativa la posición de España y su estrategia mediática. El empuje de Marruecos en la frontera de España y la evolución del contexto político-económico regional derivaron en una salida diplomática nacional de su posición de neutralidad con respecto al Sáhara Occidental en marzo del 2022. Esta última decisión del Gobierno de Pedro Sánchez es lo que ha traído de vuelta ese escenario crítico de tensión regional, con consecuencias más estratégicas para las relaciones económicas y de seguridad (como la suspensión, por parte de Argelia, del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España).
Frente al esperado apoyo europeo para gestionar este bloqueo de Argelia, España se ha encontrado con que los países miembros de la Unión han declarado que se trata de un problema bilateral y no del conjunto. Una posición clara de aprovechamiento estratégico hacia Argelia que han demostrado tanto Italia (en competencia con España por ser entrada energética hacia Europa desde África), como Francia y Alemania (que envió a su viceministra de Exteriores a Argelia del 12 al 15 de junio para intensificar el diálogo político con los funcionarios argelinos).
En este punto, coincide un mayor acercamiento de Marruecos hacia los intereses de Estados Unidos y sus aliados (especialmente tras la firma de los Acuerdos de Abraham y el reconocimiento de Israel por parte de Marruecos, que posibilitó la apertura de acuerdos comerciales y relación diplomática entre ambos países), con el acercamiento estratégico de Argelia hacia Rusia y China. En este contexto, el 11 de mayo el ministro de Exteriores del Kremlin, Serguéi Lavrov, viajó a Argelia para reforzar la «asociación» que une a ambos países. Una cooperación «activa» económica, militar y técnica.
Argelia, una potencial alternativa energética para Europa
Argelia siempre ha confiado en sus grandes activos para liderar la producción de hidrógeno en la región como alternativa energética, pues tiene un inmenso potencial para la energía solar, posee redes extensas e integradas de transporte de electricidad y gas, y cuenta con considerables reservas hídricas y significativas capacidades en materia de investigación y desarrollo. Por ejemplo, los hidrocarburos, que representan el 60 % del presupuesto estatal y el 90 % de los ingresos totales de exportación, registraron un crecimiento superior al 3 % en 2021 con respecto a 2020. Por ello, el Gobierno argelino ha anunciado que prepara un plan estratégico para liderar este sector en la región . Además, Argelia es el décimo país con mayores reservas de gas natural estimadas en todo el mundo (tiene más de 4.504 mil millones de metros cúbicos de reservas probadas de gas natural, lo que le convierte en el segundo país de África con mayores reservas, solo detrás de Nigeria.
No obstante, el país aún cuenta con ciertos desafíos para alcanzar este objetivo, como son: la falta de un marco legislativo y reglamentario adecuado, tener clara la definición de los sectores prioritarios para el país o la cualificación del capital humano. Otro punto importante para la comercialización e inversión energética es que la compañía nacional Sonatrach tiene que disponer de un mínimo del 51% de las acciones de cualquier nueva explotación y tanto la fiscalidad como el mecanismo de arbitraje son poco alentadores. Con su ambición de alcanzar el liderazgo del suministro energético, Argelia ha anunciado que dedicará cerca de 40.000 millones de euros entre 2022 y 2026 a la exploración, producción y refinamiento de gas, y buena parte se canalizará hacia los nuevos yacimientos del suroeste (región muy cercana a Malí y afectada por los problemas de seguridad del Sahel, por lo que tampoco representa en el largo plazo una fuente de aprovisionamiento segura).
Otra de las claves para alzarse como país hegemónico regional y alternativa energética para Europa es la situación política, que hasta ahora no ha resultado ser muy satisfactoria, con una legitimidad de Gobierno cuestionada y abundantes denuncias de corrupción. Por otro lado, otro impedimento importante para la inversión en Argelia es que todas las operaciones de importación de bienes y servicios exigen domiciliación bancaria. Esto implica abrir una cuenta en un banco local para que se pueda hacer el pago en divisas.
Aunque Europa está mirando hacia el sur para optar por un suministro energético alternativo al ruso, por el momento esto no es posible en el corto-medio plazo, debido a la ausencia de conexión entre los gasoductos mediterráneos y los del norte de Europa. Ha sido Italia el país que recientemente ha demostrado iniciativa ante la crisis diplomática entre Argelia y España, advirtiendo la necesidad europea. Por ello, el primer ministro italiano, Mario Draghi, consolidó un incremento progresivo de compra de gas argelino, que ha aumentado hasta un 40 % más. El pacto ha convertido a Argelia en el primer proveedor de gas natural de Italia, en sustitución de Rusia, al incrementar sus envíos entre 9.000 y 10.000 millones de metros cúbicos adicionales por año en el período de 2023 y 2024. Algo que posiciona a Italia como candidata a ser la puerta principal energética entre África y Europa.
No obstante, ante el reto europeo de buscar fuentes energéticas alternativas, Argelia todavía puede ser un socio importante con el que aumentar el crecimiento comercial, aunque la apuesta por convertirse en la principal alternativa energética para Europa está en el largo plazo, ya que Rusia todavía satisface más de un 40% del consumo de gas en la UE, mientras que Argelia solo provee de momento entre un 8% y un 10% de su demanda.
La relación económica entre España y Argelia
Las relaciones comerciales entre España y Argelia se consolidaron en 1995, con la construcción y puesta en funcionamiento del gasoducto Magreb-Europa en un contexto en el que Argelia se consolidaba como el principal productor de gas natural en el Mediterráneo. En relación con el continente europeo, las relaciones económicas han sido siempre la base de los intercambios entre la UE y el Magreb, que prevalecen sobre la diplomacia y otras cuestiones políticas.
A día de hoy, hay en Argelia 129 empresas españolas. Destacan las empresas del sector de las infraestructuras como Abener (Abengoa), otras del transporte ferroviario como CAF o Sice, tecnológicas como Indra; empresas del turismo como Amadeus, siderúrgicas como Arcelormittal; entidades bancarias como Sabadell o CaixaBank, y compañías del sector de la alimentación como Gallina Blanca. También otras de menor tamaño como Hidrosalud, dedicada al tratamiento de aguas o Carrillo Asesores, con sede en la capital del país. Sin embargo, la comercialización de energía sigue siendo el sector de mayor importancia estratégica para España y Argelia, con el liderazgo de empresas nacionales como Naturgy, Cepsa o Repsol (a través de Sonatrach, la empresa pública argelina).
España compra de Argelia aproximadamente el 30% de todo el gas que importa (Andalucía es la comunidad que más concentra el número de importaciones, representando el 60,5 %, de las que el 98 % provienen de hidrocarburos a través de Tarifa). No obstante, desde la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España (prohibición de las operaciones comerciales), y tras cerrar el gasoducto del Magreb para castigar a su vecino de Marruecos, se ha reducido el flujo de gas.
Lo cierto es que se viene advirtiendo un cambio de estrategia en las relaciones comerciales de España ante el actual contexto geopolítico. Desde hace unos meses, Estados Unidos ha superado a Argelia como primer suministrador de gas a España. Naturgy, Endesa, Cepsa, Repsol y otros cincuenta grupos han desviado masivamente compras a EE. UU. y han dado un vuelco al mercado por primera vez en décadas. A pesar de este contexto, para España sería favorable recuperar el puesto privilegiado en el mercado argelino ante la oportunidad de ofrecer capacidad tecnológica y los medios humanos y empresariales adecuados, lo que ofrecería a nuestro país la posibilidad de disputar el mercado con los consorcios multinacionales en sectores como las energías alternativas, las centrales de producción eléctrica o los transportes ferroviarios.
Según apunta el último informe anual del World Energy Outlook, el gas es la fuente de energía que protagonizará el mayor desarrollo (44%) en los próximos veinticinco años; de hecho, será la única fuente de energía cuyo consumo sea más importante en el 2035 que hoy, debido principalmente a la explotación de muy importantes yacimientos de gas no convencional. Esa transferencia de energía desde África del Norte hacia los mercados europeos será un elemento clave de futuro, donde cobrarán una importancia fundamental las cadenas de valor, la producción y el transporte de la energía y el desarrollo de mercados energéticos.
Entrevista a Luis de la Corte, investigador y experto en terrorismo
https://youtu.be/FZFb2_eqREY
Luis de la Corte es uno de los pocos profesionales en España dedicados en cuerpo y alma a la labor de investigación y divulgación del fenómeno terrorista. Ha logrado ser referente en la materia tanto a nivel nacional como internacional. Tiene experiencia y recorrido, un nombre editorial, gracias a la publicación de libros como: “La lógica del terrorismo”, “La Yihad terrorista” o el de “Crimen.org. Evolución y claves de la delincuencia organizada”, entre otros. Su último volumen, “Historia de la Yihad, de los orígenes al fin del primer Califato”, representa el resultado de una trayectoria de análisis en profundidad y de seguimiento exhaustivo del fenómeno yihadista. Ha sido un trabajo de más de 20 años de dedicación del que extrae unas conclusiones sobre la transformación de este fenómeno desde un ámbito más local y regional hasta su alcance internacional a través de los movimientos más globales, como Al Qaeda o Daesh.
Este libro es una mirada retrospectiva, historiográfica, de los orígenes de la Yihad en su evolución y expresión más radical a lo largo del tiempo. A lo largo de sus capítulos, Luis de la Corte analiza las claves de transformación de este fenómeno en las sociedades islámicas y su impacto en el mundo global. Su autor nos recuerda que es importante volver a las bases y a la comprensión etimológica del concepto Yihad, conocer su raíz religiosa, pero también su expresión política-radical que explora el sentido de “esfuerzo religioso” en su vertiente más guerrera.
En la entrevista, hablamos sobre el hito que supuso, para la transformación de la Yihad, la Revolución Islámica en Irán (1979), así como la invasión de Afganistán, que sirvió de inspiración para generar un movimiento internacional de levantamiento contra los regímenes políticos y contra el mundo occidental. El surgimiento de Osama Bin Laden, con un liderazgo yihadista que no se ha vuelto a repetir, y el atentado del 11S, revolucionó la dimensión comunicativa de este fenómeno y aunó los esfuerzos del yihadismo sunní que posteriormente sería retomado por el grupo Daesh y su proclamación del Califato. Mirando hacia el presente y el futuro, el autor nos reitera que la amenaza yihadista sigue cobrando fuerza en territorios de África, Asia y Oriente Medio, ante una Europa enfocada en la amenaza rusa en el flanco sur, unos Estados Unidos volcados sobre la competitividad hegemónica con China y unos estados islámicos, debilitados por los cambios demográficos, económicos y político-sociales.
Luis de la Corte nos recuerda que España ha sido un país ejemplar en la lucha contra el yihadismo internacional, al partir de la experiencia de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad en la lucha contra ETA. Reitera que la voz de las víctimas son el mejor testimonio para defender la verdad y la justicia y resalta el trabajo cooperativo de inteligencia y en la lucha contraterrorista a nivel internacional.
Presentación en el Congreso de los Diputados del nuevo informe del Observatorio de Ceuta y Melilla
https://youtu.be/TI7vUiZCgm0
El pasado viernes 24 de junio el Observatorio de Ceuta y Melillaa presentó en el Congreso de los Diputados su quinto informe, La consolidación europea de Ceuta, Melilla y los otros territorios españoles en el norte de África, en un acto en el que participaron Marta García Outón, coordinadora del Instituto de Seguridad y Cultura; Carlos Echeverría, director del Observatorio de Ceuta y Melilla; y Alejandro del Valle Gálvez, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Cádiz, director del Centro de Excelencia Jean Monnet, coautor y coordinador del informe.
Como apuntó Carlos Echeverría durante su introducción, este informe apuntala el objetivo del Observatorio, que es «dar a conocer una realidad desconocida y vertebrar mejor a nuestro país». Y además, contribuye «abordar desde una posición rigurosa, comprometida y responsable nuestras relaciones de vecindad».
Entre otras propuestas que incluye el informe, el catedrático de la Universidad de Cádiz, Alejandro del Valle, quiso destacar «la creación de un estatuto exclusivo y específico adaptado a las necesidades y particularidades de Ceuta y Melilla, como Ciudades UE de frontera exterior en África». Una decisión que estaría más que justificada «por ser la única frontera terrestre de la UE en África y por la presión migratoria que ha sido constante desde los años 90 y que va a continuar en los próximos decenios».
Además, se recordó la importancia de defender con claridad la españolidad y europeidad de Ceuta y Melilla, pues como señaló el catedrático Alejandro del Valle, la realidad es que «España nunca ha querido encarar explícitamente y sin complejos los problemas que comporta la reclamación marroquí sobre Ceuta y Melilla».
Por último, los ponentes quisieron mostrar su solidaridad con los policías y guardias civiles que protegen nuestras fronteras y que desde el viernes han sufrido un nuevo asalto a la valla de Melilla, con centenares de inmigrantes intentando entrar de forma irregular en España “de forma organizada y violenta”.
Este nuevo informe analiza y propone acciones, medidas y estrategias para mejorar y reforzar la europeidad y la plena pertenencia de Ceuta, Melilla y el resto de territorios españoles en el norte de África a la Unión Europea, el Consejo de Europa y a otros organismos europeos. Entre otros, se analizan aspectos como la pertenencia y peculiaridades del sistema Schengen, diferentes cuestiones de Seguridad y Defensa; la integración en la Unión Aduanera; las modalidades de cooperación transfronteriza; la aplicabilidad de programas medioambientales internacionales y europeos en las Islas Chafarinas; o la mayor presencia de Ceuta y Melilla en instituciones, redes, asociaciones y organizaciones europeas regionales.
Además, en el documento se proponen estrategias a corto plazo para la consolidación europea de Ceuta y Melilla, como la creación de un nuevo estatuto para ambas ciudades como “Ciudades UE de frontera exterior en África”, que podría ser establecido ex novo como solución a medida para estas dos ciudades, cuyo carácter único como espacios democráticos de igualdad y convivencia multicultural en el norte de África deben ser preservados lo mejor posible en el marco de las políticas, el Derecho y los valores de la Unión.
Los autores de este informe son grupo de profesores e investigadores del Área de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz, vinculados al Centro Excelencia Jean Monnet ‘Inmigración y Derechos Humanos en las Fronteras Exteriores Europeas’. Además del propio Alejandro del Valle, en el grupo se encuentran los profesores Inmaculada González García, Miguel Acosta Sánchez, Jesús Verdú Baeza, Miguel Ángel Cepillo Galvín y Juan Domingo Torrejón Rodríguez.
Puede descargar el informe aquí.