Webinar 'Conflicto palestino-israelí: claves para entender su mayor escalada en 50 años'

Para analizar la situación actual en Israel, el Instituto de Seguridad ha organizado el webinar ‘Conflicto palestino-israelí: claves para entender su mayor escalada en 50 años’, que se celebrará el próximo miércoles 11 de octubre, a las 18:30 horas, en formato zoom.

El seminario contará con la participación de:

  • Manuel Torres Soriano, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide.
  • Guillermo Pulido, analista y editor de la Revista Ejércitos y autor en The Political Room.

Para asistir al seminario, es imprescindible inscribirse en el siguiente enlace.


Los límites del apoyo a la guerra de Ucrania: la importancia de la situación política en Occidente

El esfuerzo bélico ucraniano se encuentra ante una coyuntura crítica: la incondicionalidad del apoyo de sus aliados en Occidente parece haber llegado a su fin. A mediados de este mes, Polonia anunció que no transferiría más armas a Ucrania. En Estados Unidos (EE. UU.) el acuerdo firmado de última hora para evitar el cierre del Gobierno excluyó los 6 mil millones de dólares de asistencia a Ucrania. En Eslovaquia, su nuevo primer ministro, Robert Fico, ha anunciado su intención de dejar de apoyar al ejército ucraniano. Esta semana, Hungría se ha negado a levantar su veto para desbloquear un paquete de 500 millones de ayuda militar a Ucrania. La decisión tomada por estos países responde a una serie de cuestiones de la política internas y demuestra los límites a los que se ve condicionada la asistencia a Ucrania.

 

Elecciones en Polonia y el grano ucraniano

"Polonia ha puesto precio a su apoyo a Ucrania: la prohibición de importaciones de grano ucraniano. Desde el inicio de la guerra, Varsovia se ha posicionado como uno de los mayores defensores y fuentes de apoyo a Ucrania. Sin embargo, una semana después del anuncio de la Unión Europea (UE) sobre su intención de suspender la prohibición sobre las importaciones de trigo ucraniano, el primer ministro Mateusz Morawiecki anunció que “ya no transferimos armas a Ucrania ". La prohibición de importaciones de grano ucraniano se impuso en mayo, con la intención de prevenir la bajada de precios de agricultores locales tras la entrada de grano ucraniano tras el cierre de rutas marítimas del Mar Negro. Específicamente, el acuerdo permitía que los granos fueran transportados por Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumania y Bulgaria, pero prohibía su venta y almacenamiento en el mercado local. El 15 de septiembre, la Comisión Europea anunció que pondría fin a la prohibición al considerar que “las distorsiones del mercado” habían desaparecido. Inmediatamente, Polonia, junto con Hungría y Eslovaquia, anunciaron que no levantarían las restricciones.

La insistencia polaca en su compromiso con el sector agrario surge en un período de incertidumbre electoral. El próximo 15 de octubre, se celebrarán las elecciones parlamentarias polacas, que, según observadores, podrían llevar a la pérdida de la mayoría absoluta del partido gobernante, el nacional conservador Partido de la Justicia (PiS por sus siglas en inglés). El rechazo a la decisión europea sobre la prohibición podría ser un intento del PiS de asegurar el voto de una de sus bases electorales clave: los agricultores.

Agricultores polacos protestando ante la entrada de grano ucraniano a mercados europeos

Curiosamente, como han señalado algunos observadores, el efecto de este tipo de declaraciones es ante todo retórico. Específicamente, como aclaró el presidente polaco Andrzej Duda días después, Polonia tan solo dejará de enviar armamento recién comprado destinado a modernizar el ejército polaco. Además, como han señalado algunos expertos, la mayoría de ayuda militar que tenía disponible ya ha sido transferida a Ucrania. Sin embargo, los anuncios no son de menor importancia, ya que demuestran que el apoyo a Ucrania no es libre de volverse víctima de tensiones políticas internas. Peor aún, a la vista de declaraciones como “porque si ellos intensifican la disputa, añadiremos productos adicionales a la prohibición de importaciones a Polonia” de Morawiecki, podría poner en duda la continuación de otro tipo de apoyo, como el humanitario.

 

Estados Unidos y los problemas del bipartidismo

 

El apoyo de EE. UU. a Ucrania ha demostrado estar condicionado por un bipartidismo cada vez más difícil de mantener. El sábado, tres horas antes de que venciera el plazo, el Senado aprobó con una mayoría bipartidista de 88-9 la ley para ampliar la financiación del Gobierno federal y, así, permitir el flujo de dinero a las agencias gubernamentales. Sin embargo, el proyecto de ley excluyó los 6.000 millones de dólares para la asistencia militar ucraniana que solicitó el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. Principalmente, miembros del Partido Republicano, especialmente aquellos afines al expresidente Donald Trump, han expresado su oposición a continuar enviando apoyo militar a Ucrania. Por lo tanto, la única forma de llegar a un acuerdo entre ambos partidos fue excluir la ayuda militar a cambio de evitar medidas contra la inmigración y recortes presupuestarios promovidos por el Partido Republicano.

Como explican los analistas, el flujo de armas a Ucrania se mantendrá al menos durante dos meses gracias a que el Departamento de Defensa cuenta con 3.000 millones de dólares del último paquete de ayuda a Kiev aprobado en mayo. Hasta entonces, una mayor asistencia dependerá de que se apruebe más ayuda en los próximos meses, lo cual es cada vez más difícil de conseguir debido a la división partidista, especialmente en vista de la destitución de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes.

El ahora expresidente de la Cámara de Representantes, Kevin McArthy, abandonando la Cámara tras su destitución

La decisión del político republicano de pactar con el Partido Demócrata este fin de semana le ha costado el apoyo de su partido, lo que llevó a su destitución tan solo tres días después del voto. El esfuerzo fue liderado por el representante republicano de Florida, Matt Gaetz, quien lidera el ala del partido más afín a Donald Trump y representa la mayor oposición a continuar apoyando a Ucrania. Más relevante aún, como han señalado analistas, este episodio ha demostrado que las decisiones de la Cámara no solo se ven obstaculizadas por la división entre demócratas y republicanos, sino también por las profundas divisiones y aparentemente insuperables diferencias entre los mismos miembros del Partido Republicano.

 

Hungría y Eslovaquia: cada vez más lejos de la UE

La reunión extraordinaria de ministros de exteriores europeos celebrada esta semana ha vuelto a demostrar que el apoyo a Ucrania, a pesar de parecer incondicional, puede estar limitado por cuestiones de política interna, en este caso, la política interna de la UE. Específicamente, los intereses de Hungría se han convertido en una barrera para el apoyo de la UE a Ucrania. Durante la reunión de esta semana, la UE tenía previsto apoyar el traspase de 500 millones de euros del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz al esfuerzo bélico ucraniano. Sin embargo, Hungría ha bloqueado una vez más la decisión. Desde mayo, Hungría ha bloqueado la decisión debido a la inclusión del Banco OTP húngaro en la lista de patrocinadores internacionales de la guerra por la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción de Ucrania. A pesar de que el Banco OTP fue temporalmente retirado de la lista, el Ministerio de Asuntos Exteriores húngaro ha comunicado que “mientras el Banco OTP no sea retirado de la lista, Hungría no participará en más financiación de la UE para el suministro de armas a Ucrania".

Robert Fico tras ganar las elecciones eslovacas

Por último, Ucrania podría perder en los próximos meses el apoyo de otro país europeo: Eslovaquia. Las elecciones del fin de semana pasado en Eslovaquia nombraron al exprimer ministro Robert Fico como líder del país europeo. Este ha declarado abiertamente su intención de dejar de enviar armas a Ucrania. Además, el Ministerio de Defensa eslovaco anunció el jueves que el nuevo líder eslovaco no firmaría el nuevo paquete de asistencia que se iba a enviar a Ucrania. Si bien es cierto que, al igual que en el caso de Polonia, las reservas eslovacas están bajo mínimos, lo que limita el impacto en el campo de batalla ucraniano, la elección de Fico demuestra cómo el apoyo a Ucrania está condicionado por cuestiones de política interna.


¿Qué demuestra el último enfrentamiento en la región de Nagorno Karabaj?

Tras 48 horas de ofensiva azerí, las autoridades de Nagorno Karabaj y Azerbaiyán firmaron un alto el fuego. Ocho días después, el 28 de septiembre, el líder de Nagorno Karabaj, Samvel Shahramanyan, declaró en un comunicado: “A partir del 1 de enero de 2024, cuando la República de Nagorno Karabaj, Artsakh, dejará de existir”. Pendiente de la formalización de un acuerdo entre ambas partes, el éxodo de más del 80% de la población de origen armenio del enclave y la declaración de Samvel Shahramanyan parecen confirmar el fin del conflicto más antiguo de la Eurasia postsoviética. Los líderes de Armenia y Azerbaiyán tienen previsto reunirse el 5 de octubre en la tercera cumbre de la Comunidad Política Europea, celebrada en Granada, con el objetivo de avanzar hacia un tratado de paz definitivo. Pese a no poder anticipar los resultados de la cumbre, el rápido desenlace del enfrentamiento y la elección de la cumbre como escenario para las negociaciones confirman una serie de tendencias de la región.

En primer lugar, la victoria "relámpago" de las fuerzas azerbaiyanas ha confirmado la superioridad del Estado azerbaiyano y, aún más, ha aislado y debilitado a su adversario armenio. Como mencionamos en publicaciones anteriores del blog, Azerbaiyán, gracias al aumento de los precios energéticos internacionales y a sus exportaciones de petróleo y gas natural, ha logrado una posición económica favorable que le ha otorgado una ventaja militar sobre Armenia. Esta última ha visto reducidos sus arsenales debido al conflicto de 2020 y a la pérdida de su proveedor tradicional como resultado de la guerra en Ucrania.

Más importante aún, la victoria azerbaiyana también confirma su creciente importancia como actor clave para potencias externas en la región. Las reservas de petróleo y gas natural de Azerbaiyán se han vuelto esenciales para los países europeos en su lucha contra la interrupción del suministro de gas ruso, que ocurrió tras el estallido de la guerra en Ucrania. Como ejemplo reciente, en julio, Ursula von der Leyen, presidenta de la Unión Europea (UE), después de una visita oficial a Azerbaiyán para fortalecer los acuerdos energéticos, describió al país azerbaiyano como un "socio confiable y digno de confianza".

En contraste, las estrechas relaciones de Armenia con Rusia hasta ahora han impedido que el país armenio obtenga un apoyo externo adecuado o, al menos, suficiente para contrarrestar la creciente importancia de su adversario azerbaiyano. Esto ha sido especialmente evidente debido a la relativa falta de crítica por parte de países y líderes europeos frente a la ofensiva militar o al apoyo expresado por el presidente turco, quien calificó la victoria azerbaiyana como “una nueva oportunidad para establecer una paz y estabilidad duraderas en la región". Tanto la victoria indiscutible de la ofensiva militar azerí, como las reacciones de actores externos, han confirmado el auge de Azerbaiyán como actor en la región y puesto en relieve el aislamiento de Armenia.

En segundo lugar, este último enfrentamiento ha evidenciado el declive de la credibilidad rusa como potencia mediadora en el espacio postsoviético. Un ejemplo destacado de esta pérdida de credibilidad es la relación de Moscú con Armenia. A pesar de ser aliados históricos, la falta de acción por parte de Rusia durante los últimos enfrentamientos ha dejado claro para Armenia que Moscú ya no es un socio confiable. Sin ir más lejos, el 24 de septiembre, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, declaró que el sistema de seguridad del país "no es eficaz a la hora de defender la seguridad y los intereses de Armenia". Esta declaración se suma a una serie de desafíos a Moscú en los últimos meses. A principios de septiembre, Armenia informó a Rusia que no acogería los ejercicios militares de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y optaría por acoger los ejercicios estadounidenses "Eagle Partner 2023". En ese mismo período, la primera dama armenia, Anna Hakobián, visitó Ucrania.

Por otro lado, el declive de Rusia parece haber sido acompañado por la posible entrada de la UE como un mediador clave. Como mencionamos en nuestro artículo anterior, debido al fracaso de las iniciativas de paz lideradas por Rusia y su debilitamiento tras su invasión de Ucrania, la UE ha intentado posicionarse como un nuevo mediador a través de iniciativas como el lanzamiento de una misión en Armenia en 2022. Estos esfuerzos se han intensificado después del último enfrentamiento. Por ejemplo, el lunes 25 de septiembre, Bruselas albergó una reunión de alto nivel entre representantes de Armenia y Azerbaiyán con el objetivo de sentar las bases para la celebración de la cumbre europea en Granada. En dicha cumbre, se espera que el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, se reúnan con la intención de establecer un tratado de paz. Hasta ahora, esto ha colocado a la UE en el centro de las negociaciones, otorgándole el papel de mediador.

Encuentro en Bruselas organizado por la UE el pasado 25 de septiembre

En tercer lugar, los eventos en Nagorno-Karabaj han consolidado el estatus de Turquía como una potencia regional y, con ello, han movilizado a uno de sus rivales: Irán. Por un lado, la victoria de Azerbaiyán también ha sido una victoria para Turquía. No solo ha demostrado el valor y el compromiso de Turquía con su aliado azerí, sino que también ha allanado el camino para el establecimiento del "corredor de Zangezur". Este corredor ha sido uno de los requisitos clave de Azerbaiyán en las negociaciones con Armenia y permitiría la conexión de Azerbaiyán con el enclave de Najichiván en Armenia, estableciendo a su vez una vía terrestre que lo conectaría con Turquía. Sin embargo, esto también cortaría el acceso directo de Irán a Armenia. Esto no solo significaría la pérdida de su acceso a Armenia, pero también a rutas comerciales vitales hacia Rusia, así como el fortalecimiento de uno de sus mayores rivales regionales, Turquía. Hasta el momento, la movilización de Irán se ha limitado a declaraciones en contra del corredor, pero si se llegara a establecer, podría dar lugar a una mayor movilización iraní.

Mapa realizado por Silk Road Briefing, para acceder a el, consulte este enlance


¿Un giro hacia Asia? La industria de defensa española busca a sus próximos clientes en el continente asiático

El pasado 13 de septiembre, en las instalaciones de Airbus en Sevilla, se hizo la entrega del primer C-295 (Airbus) a las Fuerzas Aéreas de la India, el primero de los 56 acordados por el contrato firmado en 2021. En julio y septiembre de este año, Navantia anunció su intención de vender a India y a Filipinas la joya de la Armada: el submarino S-80. En su búsqueda de nuevos clientes, la industria de defensa española parece haber puesto en la mira a dos compradores clave en el continente asiático: India y Filipinas. El contexto regional geopolítico, marcado por el auge y agresividad China, y la determinación de ambos países de fortalecer sus fuerzas armadas, les han convertido en nuevo mercado clave para las empresas españolas. Sin embargo, las firmas españolas no lo tendrán fácil y tendrán que enfrentarse a sus homólogos europeos.

Las grandes firmas españolas han identificado una oportunidad en el mercado asiático, específicamente India y Filipinas. Ambos países han recibido la atención de contratistas españoles, especialmente aquellas del sector naval. Como se ha adelantado anteriormente, hace apenas una semana, se llevó a cabo la entrega de los primeros 16 Airbus C-295 a las Fuerzas Aéreas de la India. Los restantes 40 adquiridos por la India serán ensamblados al llegar al país. En el ámbito naval, el contratista naval español, Navantia, anunció en julio su alianza con firma india Larsen & Toubro para presentarse a la licitación del programa de submarinos de la Armada de la India.  Como han señalado los medios, este el mayor programa de adquisición en el ámbito de la defensa en la historia de India. El astillero español también anunció a principios de septiembre que había ofrecido a Filipinas el suministro de dos submarinos clase S-80.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, junto al Jefe de la Fuerza Aérea de la India, Mariscal en Jefe del Aire, Vivek Ram ChaudhariMariscal en Jefe del Aire, Vivek Ram Chaudhari. 

La apertura del mercado asiático para la industria de defensa española se encuentra en parte motivada por el contexto geopolítico regional: tanto India como Filipinas buscan reafirmar su postura regional frente a una China cada vez más agresiva. El auge del gigante asiático y su política cada vez más asertiva, ha vuelto a poner en el foco tensiones regionales e impulsado el esfuerzo de ambos países de fortalecer sus fuerzas armadas en un intento de disuadir a China. En el caso de Filipinas, una presencia cada vez mayor de China en el Mar de la China Meridional, ha impulsado al país surasiático a fortalecer sus fuerzas armadas, especialmente su componente marítimo. Sin ir más lejos, Filipinas ha anunciado un presupuesto de defensa de 4,1 miles de millones de dólares para 2024, el doble que el año anterior.

Por su parte, India y China se ven envueltas en una competición geoestratégica en el océano Índico y una disputa fronteriza cada vez más tensionada. Como algunos observadores han señalado, ambos países han empezado a construir bases navales, establecer alianzas países del litoral, y lo que es más relevante, fortalecer sus fuerzas marítimas, para establecer su influencia sobre la región estratégica del océano Índico. Además, el aumento de incidentes transfronterizos en la línea de control real (LAC por sus siglas en inglés), ha impulsado la militarización de la frontera por parte de ambos países.

De todas formas, la industria de defensa española no lo tendrá fácil, ya que tendrá que enfrentarse a sus homólogas europeas. Sin ir más lejos, este verano la constructora naval francesa Naval Group también propuso a Filipinas la compra de dos submarinos Scorpene y la habilitación de una base naval para acogerlos. De igual forma, la licitación del programa de submarinos indio P75(I) ha atraído a empresas de Francia (Naval Group), Alemania (ThyssenKrupp) y Corea del Sur (Daewoo), entre otros.

La joya de la Armada española: el submarino S-80 de Navantia

El submarino clase S-80, es el primer submarino convencional de última generación diseñado y fabricado por Navantia. El moderno submarino va a convertir a España en uno de los diez países capaces de diseñar y construir submarinos convencionales.  Sin embargo, la entrega del primer submarino de esta clase a la Armada española, el S-81 ‘Isaac Peral’, ha sido retrasada en múltiples ocasiones por una serie de “problemas técnicos”. En vista de estos retrasos, cabe preguntarse la futura competitividad del S-80 en el mercado asiático, especialmente considerando que empresas como Naval Group o ThyssenKrupp, ya cuentan con modelos de submarinos convencionales en funcionamiento. De todas formas, este miércoles la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha señalado que “no aceptaré ningún retraso más en la entrega del submarino S-80 por parte de Navantia” y ha fijado la fecha de entrega en noviembre de este año.

 

Submarino S-80 de Navantia