Cinco grandes empresas destacan en la industria de Defensa española

En el top de la industria de defensa española, cinco gigantes empresariales se destacan como pilares fundamentales, representando conjuntamente el 80% de toda la actividad del sector. Este grupo está compuesto por Airbus, Navantia, Indra Sistemas, General Dynamics European Land Systems-Santa Barbara Sistemas (GDELS-SBS) y Expal, adquirida por la empresa alemana Rheinmetall el año pasado.

De acuerdo con el Anuario Spain Defence & Security Industry 2024, la industria militar española cuenta con un total de 394 empresas activas, generando una facturación anual de casi 6.600 millones de euros. Sin embargo, es notable cómo el peso de estas cinco compañías es tan significativo en el panorama general.

El liderazgo de Airbus en el sector es innegable, representando el 31,7% de todas las ventas del sector en España. Navantia, por su parte, ha experimentado un notable crecimiento, alcanzando el 14,2% de la actividad nacional. Por su parte, Indra Sistemas también ha visto un aumento en su facturación, situándose en el 5,8% del mercado. GDELS-SBS y Expal completan este grupo selecto, con el 4% y el 2,8% respectivamente.

Estas empresas no solo son responsables de la mayoría de las ventas en el país, sino que también contribuyen significativamente a las exportaciones de material militar, manteniendo a España como el octavo exportador más grande del mundo en este ámbito.

El impacto de estas compañías no se limita solo a la economía nacional, sino que también tienen una influencia notable en el ámbito internacional. Airbus, por ejemplo, es una de las pocas empresas en el mundo con la capacidad de llevar a cabo el ciclo completo de construcción de aviones militares, desde el diseño hasta el mantenimiento.

A pesar de la prominencia de estas cinco empresas, el sector de defensa español es diverso y cuenta con una amplia variedad de empresas, muchas de las cuales contribuyen significativamente al mercado.


El Gobierno aprueba otros 1.130 millones de euros para material militar

La pasada semana, el Consejo de Ministros aprobó un acuerdo marco destinado a la compra urgente de armamento, munición y otro equipamiento militar por un valor total de 1.130 millones de euros. Esta medida, según señalan fuentes del Gobierno, tiene como objetivo neutralizar parcialmente el efecto de la prorrogación presupuestaria y materializar el mensaje de confianza hacia el sector de defensa, como lo expresó el presidente del Gobierno el mes pasado.

En un contexto internacional marcado por una alta volatilidad, incertidumbre e inestabilidad, se argumenta la necesidad de reforzar urgentemente las capacidades militares para incrementar la reserva estratégica disponible. El acuerdo marco prevé el suministro de diverso material para el refuerzo de capacidades de diversos sistemas de armamento, material, munición y equipamiento militar.

Esta decisión ha sido recibida con alivio por parte de las empresas especializadas, que mostraban cierta inquietud ante la prorrogación de los presupuestos de 2023 y la posible ralentización de la inversión militar en un momento diplomático e industrial clave. Para respaldar al sector, el presidente Sánchez invitó el mes pasado a representantes de la industria de defensa a la Moncloa.

La cifra aprobada por el Consejo de Ministros llega después de que el presidente Pedro Sánchez abogara en el Congreso por aprovechar el contexto geopolítico actual para modernizar y reforzar las capacidades de defensa de España. Además, se hace hincapié en la necesidad de cumplir con el compromiso adquirido con la OTAN de invertir el 2% del PIB en Defensa para el año 2029.

Si bien el acuerdo ha sido respaldado por el Gobierno, ha generado reticencias y rechazo entre algunos socios parlamentarios, quienes han expresado preocupaciones sobre el incremento del gasto militar. No obstante, esta medida se presenta como una respuesta necesaria ante las circunstancias actuales, donde la seguridad y defensa del país se sitúan en el centro de las prioridades gubernamentales.


Primera Estrategia Industrial Europea de Defensa

La presentación de la primera Estrategia Industrial Europea de Defensa (SEGD) por parte de la Comisión Europea y el alto representante de la Unión Europea marca un hito significativo en el fortalecimiento de la industria de defensa del bloque. Este ambicioso conjunto de medidas tiene como objetivo primordial apoyar la competitividad y la preparación de la industria europea de defensa.

En consonancia con la SEGD, el Ejecutivo de la UE ha propuesto el Programa Europeo de Inversiones en Defensa (EDIP), dotado con 1.500 millones de euros para el período 2028-2035. Aunque esta cifra pueda parecer modesta en comparación con las necesidades planteadas por Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, quien sugiere que el bloque necesita 100.000 millones de euros para adecuar la capacidad de producción de la industria a los tiempos de guerra y satisfacer las demandas de los países miembros y Ucrania.

La SEGD, además, ejerce presión sobre el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que revise su política de préstamos. Breton aboga por el uso de los ingresos extraordinarios de los activos congelados rusos para impulsar la base militar-industrial de Europa y Ucrania, sugiriendo una inversión conjunta ad hoc similar al fondo de recuperación post pandemia financiado con préstamos.

Entre las medidas propuestas se incluyen exenciones del IVA, subvenciones y préstamos para equilibrar la oferta y la demanda en todo el bloque, así como fomentar una mayor cooperación entre los Estados miembros.

La SEGD identifica los desafíos actuales de la base industrial y tecnológica de la defensa europea (BITDE) y establece una ruta para la próxima década. Se insta a los Estados miembros a adquirir al menos el 40% de los equipos de defensa de forma colaborativa para 2030, garantizando que el 35% de las compras de material de defensa se realicen dentro de la UE para ese mismo año.

Se espera que Estonia, Francia, Polonia y los Países Bajos lideren la reindustrialización del continente, una tarea que la nueva estrategia y regulación buscan abordar.

La propuesta del Ejecutivo ahora se someterá a negociaciones y enmiendas en los Estados miembros y el Parlamento Europeo. Los funcionarios de la Comisión son conscientes de las posibles preocupaciones de los gobiernos nacionales y buscan evitar ser percibidos como una "toma de poder" que invada las prerrogativas estatales.

El texto también incluye ideas previamente rechazadas por los Estados miembros en el marco del plan de impulso de la producción de municiones (ASAP), como la opción de reutilizar las líneas de producción en caso de crisis, con multas para la industria que no cumpla.

Los Estados miembros han solicitado una evaluación de impacto para justificar el reglamento propuesto y asegurar que sea la mejor manera de aumentar la capacidad de producción de defensa del bloque.

 


El gasto en Defensa de China es igual a la suma del gasto en Defensa de los países de la UE

La presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen expuso recientemente una serie de alternativas para garantizar la defensa en Europa, en un llamamiento por aumentar el gasto en Defensa como tema principal en su agenda para la campaña. La líder propuso que los países miembros deben realizar compras de material militar, que implica un fortalecimiento de la OTAN.

Según los datos arrojados por el Instituto Internacional de Estudios Para la Paz de Estocolmo (SIPRI), en el ejercicio de 2022, el gastos militar conjunto de los 27 se situó en 258.325 millones de dólares, una cantidad que representa el 1,54% del PIB de la Unión Europea y que supone un cifra similar al gasto que destina China a sus esfuerzos en Defensa. El país asiático destinó en 2022, 291.958,4 millones de dólares, una cifra equivalente al 1,6% de su riqueza.

Si situamos el foco en Estados Unidos y en Rusia, su gasto militar ascendió conforme a su PIB, situándose en el 4,5% y en el 3,5% respectivamente. Además, desde un enfoque general, casi todos los países miembros de la OTAN están incrementando su gasto en defensa en sus presupuestos.

España ratificó su compromiso con la alianza atlántica de duplicar su volumen de gasto en Defensa durante la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid a finales de junio de 2022 para destinar, al menos, el 2% de su producto interior bruto (PIB) en Defensa. Un compromiso que está previsto alcanzarse en 2029 y que se reflejó en la partida destinada al gasto militar de los Presupuestos Generales del Estado de 2023, donde se materializó una subida del 26%, la más alta en gasto militar de los últimos diez años en España, alcanzando los 12.317 millones de euros.

Países como Francia o Alemania son un buen ejemplo del aumento en gasto militar. En el caso del país galo, la Asamblea Nacional aprobó una ley que aumenta su gasto en Defensa en un 40%, con un horizonte temporal hasta 2030. Su objetivo es lograr a un gasto del 2% del PIB en el año 2027. En el caso alemán, el país europeo que más está incrementando su gasto en Defensa, ha conseguido elevar su gasto en las FFAA al 2% de su PIB, destinando 67.767 millones de euros de su presupuesto en 2024.

El caso del gigante asiático es de especial magnitud, pues incrementó a lo largo de 2023 su gasto militar en un 7,1%, acercándose al 2% de su PIB. De esta forma, China está comenzando a reorganizar su potencia militar, especialmente la Armada del Ejército Popular de Liberación, ante la posibilidad de un inminente combate en Taiwan.