Más de 700 detenidos en 225 operaciones contra el yihadismo desde el 11-M

La lucha contra el terrorismo yihadista se ha saldado en España con la detención de 699 personas en 203 operaciones, a lo que habría que sumar otros 65 arrestos en 22 actuaciones policiales más fuera de las fronteras españolas. Todo, desde el 11 de marzo de 2004.

Estos datos salieron a la luz el pasado 26 de abril durante la inauguración de las jornadas ‘Terrorismo yihadista: análisis y riesgos’, que se celebraron en Vigo. Fue el Delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, quien ofreció el saldo de la lucha policial contra el terrorismo yihadista.

Por su parte, José Ramón Navarro, Presidente de la Audiencia Nacional, valoró como intensa la actividad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, lo que ha mantenido a España “a salvo” de sufrir nuevos atentados tras el 11-M. Navarro explicó que en la actualidad hay más de 300 procedimientos abiertos por yihadismo en la institución que preside, entre el 20% y el 25% de todas las causas que se instruyen.

Navarro quiso enfatizar, ante un aforo formado por policías, guardias civiles, funcionarios de instituciones penitenciarias y miembros de Protección Civil, que la lucha policial contra el terrorismo yihadista es un elemento importante, pero debe completarse con un esfuerzo en “educación”.

Como ejemplo, citó el caso de una menor que, tras ser detenida en una operación antiyihadista, entró en un programa de ‘reeducación’ tras el cual pidió participar en un minuto de silencio por un atentado islamista.


Yihadismo y flujos migratorios incontrolados, las dos principales amenazas de España

Los españoles tienen una percepción “baja” del nivel de riesgo y amenazas, algo que choca con la realidad de nuestro entorno. En palabras del Coronel Ignacio Fuente Cobo, del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE): “Una discrepancia entre lo que está ocurriendo en nuestro entorno y la percepción que tiene nuestra propia sociedad”.

Ésta es una de las conclusiones de las XV Jornadas sobre Geopolítica y Geoestrategia dirigidas por el Vicedecano de Investigación y Doctorado de la UNED y Doctor en Relaciones Internacionales, Carlos Echeverría Jesús, que, bajo el subtítulo ‘Cultura de Defensa en España’, se celebraron la semana pasada en Ceuta.

Según señaló el Coronel Fuente Cobo, “la amenaza más importante no solamente para España, sino también para todo el entorno internacional, es el terrorismo internacional de corte yihadista”. Sin embargo, “hay un porcentaje importante de la población que percibe también que los flujos descontrolados o incontrolados de la población pueden ser una amenaza importante para las propias sociedades”, explicó el ponente.

En este sentido, el Coronel Pedro Baños señaló en su ponencia ‘Pensar la Defensa en el siglo XXI: análisis de riesgos’ los movimientos migratorios como uno de los factores que deben marcar cualquier estrategia de Defensa efectiva. El yihadismo, el cambio climático, los problemas sanitarios derivados de la resistencia a los antibióticos y las relaciones interestatales completan el conjunto de riesgos a tener en cuenta, en opinión de este analista.


Interior crea grupos locales para prevenir el extremismo violento

La lucha contra el extremismo violento tiene un enfoque local muy importante. La vigilancia del entorno es una herramienta clave a la hora de prevenir la radicalización y poder atajarla antes de que ocurra. Por eso, el Ministerio del Interior trabaja en la creación de unos grupos locales capaces de detectar el proceso antes de que tenga lugar y atajarlo.

El Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), coordina desde hace meses la formación de los Grupos Locales de Lucha contra la Radicalización Violenta. Según informó ABC, ya hay 15 ayuntamientos en todo el país que están poniendo en marcha dichos grupos.

El objetivo es “evitar que cualquier tipo de extremismo, que constituye por sí un problema social, degenere en violencia”, según explican desde el Citco, porque si se llega a la violencia, entonces hay un salto cualitativo y se convierte en “un problema de seguridad”.

El proyecto ‘Stop Radicalismos’, recogido en el Plan Estratégico Nacional de la Lucha contra la Radicalización Violenta de 2015 en el que hay una docena de ministerios implicados, establece la creación de estos grupos locales como herramienta clave a la hora de prevenir el radicalismo antes de que se convierta en violento.

La base es sencilla: el nivel local permite el análisis cotidiano a través de actores como profesores, médicos y trabajadores sociales, que pueden detectar directa o indirectamente cambios de conducta o signos de alarma en individuos, familias o colectivos. Estos actores ya los detectan, pero hasta ahora no existe una red que les permita actuar en consecuencia más allá de iniciativas individuales. En este sentido, las denuncias ciudadanas han permitido abrir hasta 73 investigaciones relacionadas con el radicalismo islámico.

La estructura de estos grupos estará liderada por un representante de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, que se encargarán de establecer una coordinación hasta ahora inexistente en muchos municipios, según se ha detectado. En la misma mesa se sentarán profesores, trabajadores sociales, médicos y otros juntos a funcionarios y expertos de seguridad y justicia con el objetivo de intercambiar información y detectar alertas tempranas.

Por ahora, se han implicado en este proyecto 15 consistorios. En concreto: Vigo, La Coruña, Valladolid, Toledo, Guadalajara, Castellón, Valencia, Cartagena, Sevilla, Algeciras, Almería, Málaga, Madrid, Fuenlabrada y Barcelona. De ellos, Málaga es el que tiene el proyecto más avanzado. A futuro, la idea es que cada una de las grandes ciudades tenga uno de estos grupos por distrito, mientras que varios municipios pequeños se unirán en un mismo grupo de coordinación.


La Unión Europea se arma con leyes contra el terrorismo

La amenaza yihadista es una realidad en Europa. París, Niza, Bruselas, Berlín, Londres… Son sólo algunas de las ciudades que han sufrido en carne propia el embate del terrorismo. Muchos de estos atentados han puesto en evidencia el reto que supone para la Unión Europea plantear una lucha efectiva contra el terrorismo y el crimen internacional.

En este sentido, pese a los avances que se habían hecho hasta ahora, se habían detectado algunas fallas y lagunas en el conjunto de la legislación. Y por ello la UE y los 27 han culminado un proceso legislativo de suma importancia en la lucha antiterrorista, con la aprobación de tres directivas en marzo diseñadas para lograr una mayor eficiencia en la lucha contra el crimen organizado y la amenaza terrorista: sobre las armas de fuego, sobre el terrorismo y sobre el Código Europeo de Fronteras.

En lo referente a la directiva sobre el control de armas de fuego, se refuerza la normativa sobre las armas legales para dificultar su tráfico hacia actividades delictivas y terroristas. Además, se establecen nuevas disposiciones relativas al marcado de armas para mantener un control efectivo sobre toda su vida, incrementándose los mecanismos para el intercambio de información en este campo.

En relación a la directiva sobre el terrorismo, se han modificado algunos tipos penales que ahora cada Estado miembro deberá incluir en sus respectivas legislaciones nacionales. Una modificación diseñada para responder al modelo de los llamados “combatientes extranjeros”, aquellos nacionales europeos que se han unido a grupos radicales en conflictos como los de Siria o Irak y regresan aún más radicalizados y con experiencia en combate dispuestos a atentar en Europa. Además, se han introducido modificaciones para mejorar el intercambio de información entre organismos que luchan contra el terrorismo.

Finalmente, se implementan modificaciones en la vigilancia de las fronteras exteriores de la UE, obligándose a realizar controles sistemáticos de todas las personas que las atravieses. Y al decir todas, implica también a los nacionales de Estados miembros de la UE, pues hasta ahora dicho control efectivo sólo se aplicaba sobre los nacionales de terceros países. Es decir, un potencial terrorista con pasaporte europeo podía esquivar sin mayor problema dichos controles.

Como relata Javier Albadalejo, comisario de la Policía Nacional destinado como Consejero de Interior en la Representación Permanente de España en la UE, estas tres directivas “fortalecen aún más el modelo de seguridad con el que ya cuentan la UE y sus Estados miembros”. Albadalejo, además, enfatiza la importancia de estos avances legislativos en el propio hecho de que tanto las instituciones comunitarias como los propios Estados miembros hayan sabido ponerse de acuerdo para sacar adelante estas nuevas normativas.