«Este país debe superar prejuicios de las Fuerzas Armadas. Mejorar las capacidades militares y las condiciones de vida de los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas para ser más competitivos, de defensa de valores y proyección internacional«. Con estas palabras se refirió la Ministra de Defensa, Margarita Robles, a la modernización de las Fuerzas Armadas como un objetivo fundamental no sólo de su Ministerio sino del Estado, al fijarlo como parte de la modernización de España.

«Tenemos que cuidar a nuestros hombres y mujeres en las Fuerzas Armadas. Son 120.000 en total y nunca buscan el titular, sino que van con sentido de sacrificio» dijo Robles el pasado 22 de enero en el Foro de Defensa organizado por ‘El Economista’, donde insistió: «Queremos que sean muy cercanas a la sociedad y decirles a los jóvenes que las Fuerzas Armadas les pueden dan un futuro próspero y de calidad. Todo eso es cultura de Defensa«.

La ministra hizo también referencia a los programas de armamento aprobados a lo largo del año pasado por su Gobierno, programas por valor de 12.000 millones de euros proyectados hasta 2032 que suponen el mayor gasto comprometido en un sólo ejercicio en 20 años. «Con estos programas, desde el Ministerio tenemos la obsesión de que sirvan para potenciar la industria española de Defensa, porque es bueno para la creación de empleo y también para fomentar la ciencia, la tecnología, el I+D+i y son inversiones a futuro para el país», destacó.

En este sentido, Robles anunció que España está muy cerca de participar en el próximo avión de combate europeo. Un proyecto que aspira a convertirse en el sustituto de los actuales cazas europeos -Eurofighter y Rafale- liderado por Francia y Alemania. «Va por muy buen camino y puede haber noticias positivas dentro de pocos días», anunció la ministra.

El proyecto será desarrollado por Airbus Defence & Space, empresa en la que España participa con un 4,17%, lo que no garantiza carga de trabajo para las fábricas españolas. De acuerdo con ‘El Economista‘, la entrada de España en el proyecto tendría un coste anual de en torno a 25 millones de euros y garantizaría la participación de los 12.000 empleados españoles de Airbus.