El Consejo de Ministros del pasado 14 de diciembre acordó el mayor programa de gasto militar aprobado en España en un solo año en dos décadas. En concreto, el gasto comprometido el pasado viernes fue de 7.331 millones de euros que, sumados a los más de 5.000 millones aprobados a lo largo de los últimos meses, suponen una cifra récord.

El Gobierno ha justificado la fuerte inversión reconociendo la importancia de modernizar el sistema defensivo de España y el retorno que genera para la industria española. Todo esto, en un contexto de compromiso en el seno de la OTAN de aumentar el presupuesto de Defensa hasta el 2% del PIB y con una política europea de impulso a la industria de Defensa continental frente a la estadounidense.

El mayor desembolso aprobado se concentra en la adquisición de cinco fragatas F-110, lo que se traduce en 4.325 millones comprometidos para el periodo 2019-2032. Estas fragatas sustituirán a seis Santa María que cuentan, cada una, 35 años de antigüedad. Se estima que este contrato con Navantia permitirá crear 7.000 empleos a lo largo de nueve años: 1.300 directos en la naviera, 2.000 en la industria militar auxiliar y otros 3.500 indirectos derivados de esta última.

La otra gran apuesta en el compromiso de gasto adquirido tiene como objetivo la adquisición de 348 vehículos 8×8 destinados a jubilar los BMR actualmente en activo. General Dynamics, Indra y SAPA son las empresas beneficiadas de un contrato largo tiempo esperado, tanto por la industria como por el ejército, que beneficiará a las fábricas que estas compañías tienen en Alcalá de Guadaira (Sevilla), Trubia (Asturias), Aranjuez (Madrid) y Adoain (Guipúzcoa).

Finalmente, los 7.331 millones comprometidos se completan con 906 destinados a la modernización de los Eurofighters. Esta nueva dotación, que se extenderá hasta 2023, permitirá elevar el techo de gasto previsto de los 9.254 millones, un aumento imprescindible para el Ejército del Aire de cara a mantener unos aparatos que deberán estar operativos hasta 2045.