El último BOE del año publicó la Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada en forma de Real Decreto por el Consejo de Ministros el 28 de diciembre. Esta nueva Estrategia de Seguridad Nacional ha sido redactada por la Dirección General de Seguridad Nacional, que dirige el general Miguel Ángel Ballesteros, y que está integrada en Presidencia del Gobierno, y llega un año antes de lo previsto, ya que la Ley de Seguridad Nacional contempla su renovación cada cinco años. Según la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, este anticipo se debe a que el Ejecutivo quiere “adelantarla al contexto actual”, caracterizado por “una mayor competición geopolítica y un entorno socioeconómico marcado por las consecuencias del COVID-19, así como por la aceleración de la transformación provocada por la tecnología y la transición ecológica».

Según explicó la ministra, los objetivos de la nueva Estrategia son avanzar en materia de gestión de crisis, favorecer la seguridad de las capacidades tecnológicas y los sectores estratégicos y desarrollar la capacidad preventiva, de detección y de respuesta frente a las amenazas híbridas.

Entre las nuevas medidas, la nueva Estrategia de Seguridad Nacional incluye, a lo largo de cinco capítulos, acciones para luchar contra la pandemia, como la posibilidad de requisar de forma temporal bienes públicos y privados en una situación de crisis. También aborda la modernización del sistema de vigilancia epidemiológica, el desarrollo de un Plan Integral de Seguridad para Ceuta y Melilla, la elaboración de una Estrategia Nacional de lucha contra las campañas de desinformación o la creación de una Agencia Espacial Española. Esta última tendrá, además, un componente dedicado a la Seguridad Nacional.

Así, con respecto a Ceuta y Melilla, se prevé, por primera vez, la elaboración de un plan integral de seguridad para las dos ciudades autónomas, para «garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos», hacer frente a la crisis migratoria que sufren desde mayo y a las tensiones diplomáticas con el Gobierno de Marruecos. La intención de elaborar este plan ya fue anunciada el pasado mes de mayo en el Congreso de los Diputados por el entonces jefe de Gabinete del presidente del Gobierno, Iván Redondo, justo después de la crisis que se generó en la frontera española en Ceuta, cuando 10.000 inmigrantes irregulares, en su mayoría marroquíes, asaltaron la frontera española.

El objetivo del plan es proteger a estas dos ciudades españolas de las amenazas híbridas de Rabat, aunque la nueva estrategia no especifica ante qué potencia hay que salvaguardar la soberanía de Ceuta y Melilla.