A principios de junio de 2023, el ejército ucraniano inicio su mayor contraofensiva hasta la fecha. Tras tres meses de operaciones contra las fuerzas rusas se pueden descifrar tres frentes clave: el sureste (Zaporiyia y Donetsk), la zona de la ciudad de Bajmut y el noreste (Járkov, Donetsk y Lugansk). Al sureste, el ejército ucraniano ha logrado superar la primera línea de defensa rusa. A las afueras de la ciudad de Bajmut, uno de los puntos más activos del conflicto, Ucrania ha logrado recuperar territorio tras el estancamiento de principios de año. Al noreste, la situación en Járkov no ha experimentado ningún cambio significativo, e incluso se han visto indicios de una recuperación de territorio rusa. Las reacciones de Occidente, pese a su optimismo, también piden cautela. Por su parte, Rusia sigue reforzando sus líneas de defensa y han trasladado sus fuerzas al noreste.

Pese a que su inicio oficial se ha fijado a principios de junio, las preparaciones para la contraofensiva empezaron meses antes. Concretamente, el ejército ucraniano ha ido llevando a cabo una serie de ataques con el objetivo de debilitar a las fuerzas rusas y obligarlas a redirigir fuerzas a otros flancos. Como han explicado los analistas Michael Kofman y Rob Lee en su última publicación en el medio War on the Rocks, las fuerzas ucranianas han estado semanas llevando a cabo operaciones para preparar el terreno para sus ataques. Aquí, han señalado a los ataques ucranianos a centros de comando y control dentro del territorio ruso utilizando misiles ‘Storm Shadow’ y las incursiones a la región rusa de Belgorod.

La contraofensiva oficial comenzó poco después de estos ataques, con la mayoría de comentaristas fijando su inicio a principios de junio (aunque el día exacto sigue en disputa). Hasta el momento, tal y como han descrito varios observadores, la ofensiva ha llevado a cabo un notable intento de abrir una brecha en las líneas de defensa rusas, seguido de un período de desgaste con avances irregulares, siendo las últimas semanas las de mayor progreso. La región sureste del óblast de Zaporiyia ha sido testigo del mayor avance ucraniano. Aquí, la ofensiva se ha centrado en la ciudad de Robotyne, donde, como ha explicado el Oficial General Oleksandr Tarnavskyi al medio The Observer, el ejército ucraniano ha logrado liberar la ciudad y superar la primera línea de defensa rusa. Otros flancos donde se está viendo un empuje ucraniano son en los alrededores de la ciudad de Bajmut, aunque el progreso en este flanco está siendo más lento y difícil de determinar.

Fuente: Mapa interactivo elaborado por el Instituto for the Study of War

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, admitió a finales del mes de junio que la contraofensiva estaba progresando de forma “más lenta de lo deseado”. Sin embargo, como ha recalcado durante un foro de seguridad en Kiev este fin de semana, “hemos liberado una parte importante de nuestro territorio” y ha valorado que la contraofensiva avanza más rápido que los paquetes de sanciones hasta ahora impuestos. Por su parte, líderes de Occidente se han mostrado positivos ante los avances ucranianos. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha destacado “ciertamente, vemos el importante progreso que se ha hecho ahora en la contraofensiva y eso es muy, muy alentador”. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también ha señalado los avances ucranianos, aunque ha admitido que “quizás no tanto como esperábamos, pero están ganando unos 100 metros al día”.

Tras tres meses de contraofensiva, los analistas advierten que su futuro, y más ampliamente, el de la guerra, está muy lejos de ser decidido. La opinión que muchos comparten es que la guerra se está dirigiendo a convertirse en una guerra de desgaste cada vez más difícil de mantener. Sin ir más lejos, el Secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, y el Jefe del Estado Mayor Conjunto, el General Mark Milley, han advertido que esperan que la lucha sea larga y que tendrá “un alto coste”. Además, la cercanía del otoño y el invierno también ponen en duda el futuro avance de las operaciones. Como ha explicado el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, “probablemente veremos un poco menos de movimiento debido al tiempo”. Por su parte, altos cargos ucranianos han asegurado que las operaciones continuarán sin importar el tiempo.

Las próximas semanas serán claves para la guerra en Ucrania. Hasta el momento, todo apunta a un avance lento, aunque moderado de las fuerzas ucranianas con el objetivo de “cortar” el puente terrestre entre el Dombás y Crimea.