Recientemente, el jefe de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), William Burns, se reunió en Rabat con el director de los servicios de inteligencia marroquíes, la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST), Abdellatif Hammouchi.
Según un comunicado de la DGST, ambos líderes discutieron la situación de seguridad en la región y analizaron los riesgos asociados con la inestabilidad en algunos países, además de examinar los peligros relacionados con la actividad terrorista en la región del Sahel.
La nota también menciona la «estrecha y profunda» cooperación estratégica entre los servicios de inteligencia de ambos países.
Esta reunión es parte de una serie de encuentros entre los líderes de Estados Unidos y Marruecos, tras la visita que hicieron en junio a EE. UU. los responsables marroquíes, donde se reunieron con Burns, el director de Inteligencia Nacional estadounidense, Avril Haines, y el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray.
Estas reuniones se llevan a cabo mientras Marruecos se encuentra en un proceso de rearme, respaldado por Estados Unidos. El país ha destinado un presupuesto de más de 5.100 millones de dólares para Defensa este año, un aumento de más del 3,6 % respecto a 2022.
En los últimos años, las fuerzas armadas marroquíes han adquirido en Estados Unidos aviones de combate F-16, carros de combate Abrams, drones Predator y sistemas de misiles de precisión.