El Centro de Participación Global (GEC, en sus siglas en inglés) del Departamento de Estado de Estados Unidos, que tiene por objetivo trabajar para contrarrestar la desinformación y la propaganda extranjera, ha emitido un nuevo informe titulado Pilares del ecosistema de la desinformación y la propaganda de Rusia.
En dicho documento se expone el ecosistema necesario para el desarrollo de las tácticas utilizadas por Rusia, brindando de esta forma a socios, aliados, sociedad civil, mundo académico y medios de comunicación información suficiente como para que puedan desarrollar análisis más profundos sobre sus mecanismos de defensa y respuesta ante operaciones de desinformación.
El informe recopila de forma ordenada la información disponible publicada con anterioridad para ofrecer una visión general del ecosistema de desinformación y propaganda de Rusia, la cual se asienta sobre una amplia interconexión de instituciones oficiales, operadores, canales de comunicación no atribuidos y plataformas online.
En este sentido, el análisis describe un ecosistema basado en cinco pilares principales: comunicaciones oficiales del Gobierno, mensajería a nivel mundial financiada por el Estado, cultivo de fuentes proxy, militarización de las redes sociales y desinformación cibernética, siendo ésta cada una más opaca que la anterior. Independientemente del grado de interconexión con las instituciones, el Gobierno ruso es el responsable directo de financiar y desarrollar estas tácticas y plataformas como parte de un enfoque para utilizar la información como arma mediante la creación y amplificación de falsas narrativas.
El informe también expone las tres ventajas clave que adquiere Rusia con el desarrollo de las actividades de desinformación basadas en dicho ecosistema. En primer lugar, posibilita la introducción de numerosas variantes de las mismas falsas narrativas, lo que a su vez permite que los diferentes pilares del ecosistema perfeccionen sus propias narrativas de desinformación para adaptarse a los diferentes públicos destinatarios, ya que no hay necesidad de coherencia, como ocurriría con las comunicaciones gubernamentales. En segundo lugar, proporciona una negación plausible a los funcionarios del Kremlin cuando dichas plataformas que distribuyen la desinformación son desenmascaradas. Por último, crea un efecto multiplicador de los medios de comunicación entre los diferentes pilares del ecosistema que potencian su alcance y resonancia. Dicho efecto en ocasiones puede crear tormentas de desinformación de consecuencias potencialmente peligrosas para aquellos a los que Rusia identifica como adversarios.
Este último informe del GEC brinda una representación visual del ecosistema descrito anteriormente, así como un ejemplo del importante efecto multiplicador que genera en los medios de comunicación. Se presenta por ello como un documento de gran utilidad que permitirá a los actores interesados profundizar en sus análisis para protegerse de posibles acciones de desinformación.
Puede consultar el documento completo en este enlace.