El mundo musulmán es enorme, abarca desde Mauritania y Senegal hasta Indonesia y Filipinas. Sin embargo, aunque desde el punto de vista identitario religioso existen unas pautas comunes, “la llamada región MENA –entre Oriente Medio y el Norte de África- es la que compone el núcleo duro” y, desde luego, “la más influyente” tanto en el conjunto de ese mundo musulmán como en Occidente.
Así lo puso de manifiesto este jueves en Córdoba el Coronel Emilio Sánchez de Rojas, Analista principal del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa, durante la conferencia ‘Claves geoestratégicas para entender el mundo musulmán’, que impartió en el TRYP Hotel Córdoba.
Sánchez de Rojas, que ha ocupado la Agregaduría Militar en la embajadas de España en Amán y El Cairo, insistió en que “los desequilibrios y las luchas de poder” que azotan el ámbito de la península arábiga “añaden más tensión a la zona, pero también a todo Occidente” pues, en su opinión, “las repercusiones de lo que ocurre con Qatar son más fuertes de lo que parece”.
El conflicto entre Arabia Saudí y Qatar es, en palabras del Coronel Emilio Sánchez de Rojas, “un simple indicador de los efectos de un problema más profundo”. Un problema que “se une a la línea de quiebra ya existente entre chiíes y suníes, que es la línea de quiebra dentro del propio mundo suní”.
La crisis diplomática entre Riad y Doha refleja un enfrentamiento derivado del “apoyo de Qatar, junto con Turquía, a los Hermanos Musulmanes”. Una crisis que ha estallado, según explicó el analista del IEEE, tras el cambio de Administración en Estados Unidos: “Barack Obama apoyaba a los Hermanos Musulmanes; pero los Estados Unidos de Donald Trump, no”.
Este panorama añade “aún más tensión” a un escenario en el que “las llamadas primaveras árabes, que afectaron principalmente a las antiguas repúblicas de corte militar”, han derivado en “estados debilitados por un terrorismo oportunista y guerras como la de Libia, el Sinaí egipcio, la de Yemen y la de Siria-Irak”. Todo esto ha traído consigo “una división por líneas sectarias y religiosas”.
Los últimos avances militares en relación con la lucha contra el autodenominado Estado Islámico, “con la toma de Mosul y la más que probable de Raqqa”, como recordó Sánchez Rojas, “anuncian una derrota militar del IS, algo que ya vaticinamos algunos hace tres años”. Sin embargo, el Analista del IEEE dejó en el aire una pregunta: “¿Se tratará de una derrota definitiva o volverán a emerger, como ya hicieran tras la retirada norteamericana de Irak?”.
En la respuesta a dicha pregunta tienen mucho que ver, según explicó Sánchez Rojas, “los conflictos internos que ahora mismo están afectando al mundo árabe” y, más en concreto, a esa región MENA. No sólo por implicar a “protagonistas directos”, sino por la ascendencia que “países como Qatar y Arabia Saudí tienen sobre potencias globales” como Estados Unidos, Rusia y China.