El 27 de febrero de 2020, la Comisión Europea y la Comisión de la Unión Africana se reunieron en Adís Abeba para discutir los pilares de una posible cooperación entre continentes. Fruto de este encuentro, el pasado mes de marzo, Josep Borrell, alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, junto con la Comisión Europea propusieron los fundamentos de esta cooperación con África divididos en cinco propuestas esenciales: transición ecológica; transformación digital; crecimiento sostenible y empleo; paz y gobernanza; y migración y movilidad.

Esta cooperación recuerda a la Estrategia Conjunta África-UE de 2007 que significó el primer paso para la colaboración conjunta entre continentes. Sin embargo, desde la Comisión Europea afirmaron que el contexto en el que se firmó era totalmente diferente al actual, por lo que se hacía necesaria la adaptación y la elaboración de nuevas pautas. Con respecto a este contexto, desde la Comisión también afirmaron que en los últimos años África se ha convertido en un continente en auge que “está atrayendo la atención de otros varios jugadores”, haciendo referencia a la alta presencia de China en el continente africano.

La presencia del país asiático es uno de los motivos, no reconocidos, por los que se hace necesario “llevar al siguiente nivel” las relaciones entre continentes. Además, Ursula von der Leyen, coincidiendo con Josep Borrell y Jutta Urpilainen, comisaria europea de Asociaciones Internacionales, afirmó que la unión entre Europa y África puede favorecer a ambos continentes construyendo un “futuro más próspero, más pacífico y más sostenible para todos”.

No solo la presencia asiática en África es un reto para el continente europeo, “no ver a África solo desde el prisma de la migración” como lamentaba el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, es otro de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad europea. Sin embargo, y a pesar de esta visión del continente africano, la UE es el mayor socio de comercio e inversión de África, y el principal defensor del Área de Libre Comercio Continental de África con 72,5 millones de euros movilizados para fines de 2020. Asimismo, en el año 2018 el comercio entre África y los 27 estados miembros de la UE dejó unos ingresos de 235 mil millones de euros, por encima de los 125 mil millones de euros que dejó China.

Tras esta reunión mantenida el pasado marzo, la décima entre ambas comisiones, se estableció mantener otro encuentro en mayo. Quedó entonces fijado como posiblemente un momento clave para conversar entre las partes interesadas, aunque la pandemia mundial provocada por el Covid-19 ha trastocado todas las agendas. Además, y según este documento, los actores implicados establecerán una nueva estrategia que debería ser aprobada en la Cumbre de la Unión Europea y Unión Africana que se celebrará en Bruselas en octubre de este mismo año con vistas a definir una agenda de asociación conjunta.