El pasado 10 de junio, la Comisión Europea publicó un comunicado señalando directamente a China y a Rusia como los principales responsables de las campañas de desinformación en la UE duranta la pandemia.
En este sentido, el alto representante de la UE, Josep Borrell afirmó que Een estos tiempos del coronavirus, la desinformación puede matar» y destacó que «la Unión Europea está aumentando sus actividades y capacidades en esta lucha». En esta misma línea, la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Věra Jourová, declara que «durante la pandemia de coronavirus, las oleadas de desinformación han azotado Europa. Estas oleadas procedían tanto de dentro como de fuera de la UE», haciendo referencia a los países anteriormente mencionados.
Con respecto a estas oleadas, el comunicado destaca la necesidad de diferenciar la desinformación deliberada de la información errónea, que puede carecer de intencionalidad. No obstante, el documento hace referencia también a las posibles motivaciones de la creación de estas campañas, subrayando las operaciones de influencia por parte de terceros países a motivos económicos. Por lo que, incide la nota en la necesidad de «calibrar la respuesta a cada uno de estos retos».
Asimismo, afirma el comunicado que, durante la pandemia, «agentes externos y determinados terceros países, en particular Rusia y China, han participado en operaciones de influencia y campañas de desinformación en la UE» y enfatiza que «el Grupo de Trabajo East StratCom del SEAE descubrió más de 550 bulos procedentes de fuentes cercanas al Kremlin».
Además, la Unión Europea ha reforzado la colaboración entre organizaciones para facilitar luchar contra la desinformación entre las que destacan la cooperación con diferentes socios internacionales, como la OMS el Mecanismo de respuesta rápida del G7 o la OTAN.
A pesar de los esfuerzos por desestabilizar a la UE por parte de actores externos, la Comisión recalca que la crisis ha sido una prueba que ha sacado a la luz los retos a los que se expone la UE y sus aliados y añade que las acciones llevadas a cabo facilitarán la futura labor de la UE en la lucha contra uno de sus mayores retos, la desinformación.