Las empresas tecnológicas se han puesto manos a la obra, pero parece que no es suficiente. Los esfuerzos de compañías como YouTube, Facebook o Twitter por erradicar de sus páginas contenido radical y relacionado con el extremismo violento han sido notables en los últimos tiempos. Sin embargo, la Unión Europea cree que se puede y se debe hacer más.

Hasta ahora la UE había promovido la autorregulación como fórmula en la lucha contra la divulgación de contenidos terroristas en estas plataformas. Entre otras cosas, porque se evitaba la ralentización burocrática que implicaría un proceso normativo.

En este sentido, las mensajes desde Bruselas había ido en la línea de incentivar el esfuerzo de las propias empresas a la hora de idear fórmulas para atajar la propaganda y los contenidos terroristas en sus plataformas.

Sin embargo, a finales de 2017 Bruselas comenzó a presionar. «Llevamos dos años en el camino de este viaje: para llegar a nuestro destino final necesitamos ahora acelerar nuestro trabajo», dijo el Comisario de la Seguridad para la Unión Europea, Julian King.

Unas presiones que van en aumento a tenor de lo declarado por el propio King al ‘Financial Times’ el pasado 19 de agosto. El Comisario de la UE aseguró que «no se han visto suficientes progresos». «No podemos relajarnos o ser complacientes ante un problema tan sombrío y destructivo», añadió King.

Parece que la Comisión ha virado y ahora se posiciona a favor de una reglamentación de obligado cumplimiento para estas compañías. Una normativa que se publicará el próximo mes de septiembre. Según el FT, fuentes de la Comisión aseguran que el borrador contempla un límite máximo de una hora para que estas plataformas borren el contenido considerado terrorista por las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Una regulación que además afectará al conjunto de Internet. Todas las webs y aplicaciones estarán sometidas a dicha normativa, independientemente de su tamaño.