«Es el momento de repensar el modelo de influencia occidental«, porque «en Afganistán lo que ha fallado han sido los términos de la misión» y ahora toca «analizar qué se ha hecho mal pero sin caer en el pesimismo y el autoflagelo«.

Estas son algunas de las principales conclusiones del webinar Afganistán, el desafío para Occidente organizado el pasado 18 de agosto por el Instituto de Seguridad y Cultura y en el que participaron Manuel R. Torres Soriano, catedrático de la Universidad Pablo de Olavide; Nicolás de Pedro, Head of Research and Senior Fellow del Institute for Statecraft de Londres; y José Luis Calvo Albero, coronel de Infantería del Ejército de Tierra.

El webinar abordó cómo se ha llegado a una situación en la que Afganistán ha caído bajo control talibán en tiempo récord y los posibles escenarios a corto y medio plazo, todo con un enfoque geoestratégico y con la vista puesta en las consecuencias que puede tener para España, la Unión Europea y el conjunto de Occidente.

En este sentido, los tres ponentes se mostraron de acuerdo en contextualizar la situación y evitar caer en el fatalismo. Como señaló Torres Soriano, «es el momento de pensar en lo que se ha hecho mal, pero también en los aciertos conseguidos, sin dejarse arrastrar por el mal momento actual«. Por su parte, el coronel Calvo, que entre sus muchos destinos a lo largo de su carrera en el Ejército de Tierra se cuenta Afganistán, ha señalado que «la situación en el país no es más difícil que en Congo o Somalia» y que «la tristeza es no haber sido capaces de encontrar la fórmula para resolver estos problemas».

Además, el coronel ha advertido que “la retirada es lógica desde un punto de vista estratégico, pero se ha fracasado en la ejecución, en la salida. El rápido avance de los talibán y el caos en el aeropuerto de Kabul refuerzan la imagen de Estados Unidos como un aliado poco fiable, una sombra que le persigue desde Vietnam y que va a ser aprovechada por Rusia y China«. Algo especialmente peligroso si se tiene en cuenta que «muchos países dependen de Estados Unidos para mantener su seguridad, entre ellos nosotros y toda la UE, pero también Taiwán, Corea del Sur o Japón».

En la misma línea Nicolás de Pedro señaló que Rusia o China sabrán aprovechar esta «erosión de la credibilidad de Estados Unidos» en la «competición estratégica que vamos a afrontar en esta década». Y es que, en su opinión, «desde el punto de vista estratégico la caída de Afganistán en manos de los talibán va a tener mucho más impacto que la propia retirada de tropas occidentales, que estaba decidida hace tiempo y que algunos países ya habían llevado a cabo».

En cuanto a posibles escenarios, a corto plazo los tres ponentes se mostraron de acuerdo en que la principal incógnita a despejar es «si el régimen talibán se mantendrá o asistiremos a una nueva guerra civil». Más allá, De Pedro quiso destacar que «los talibán han llegado a un acuerdo con Rusia para tener una agenda no expansiva; si esto se logra, los países de la región podrán convivir». En su opinión, «si los talibán son capaces de controlar el territorio, la nueva situación será recibida con aceptación por parte de la región». «El eslabón más débil», advirtió, «es Tayikistán y Rusia va a aprovechar esto para reforzar su posicionamiento allí».

Por su parte, Torres Soriano señaló que, «aunque existe mucha incertidumbre sobre el futuro del país, siendo igual de radical que hace unas décadas el movimiento talibán es ahora más pragmático y por tanto mucho más peligroso que antes», pues «están dispuestos a sacrificar ortodoxia religiosa por alcanzar objetivos tácticos«.

En este sentido, el catedrático de la UPO advirtió que «el vínculo con Al Qaeda no se ha roto en estas dos décadas, pero los talibán son conscientes de que si trasladan la imagen de que Afganistán se ha vuelto a convertir en refugio de terroristas que atacan a Occidente continuará habiendo intervenciones militares quirúrgicas, así que afrontarán este tema de una manera mucho menos provocativa y será difícil que los países occidentales puedan tomar represalias contra un régimen así».

Por último, en relación con la posibilidad de que el régimen talibán se consolide a partir de la explotación de los recursos mineros del país, el coronel Calvo señaló que «para extraer minerales hace falta inversión y China es quien puede realizar estas inversiones, pero para ello necesita estabilidad, algo que le puede dar el régimen talibán«. Por ello, consideró que «lo más probable es que todos los líderes y señores de la guerra locales se vuelquen en la protección y en la seguridad de las minas».