Ángel Olivares, secretario de Estado de Defensa, analiza el estado de la industria de defensa española en el prólogo de Spain Defence and Security Industry 2020. La hora de la Industria, la octava edición de la publicación líder del sector y defensa españoles.

Olivares destaca como principales hitos en 2019 la celebración de la Feria Internacional de Defensa (FEINDEF), organizada por las asociaciones sectoriales TEDAE y AESMIDE, que ya trabajan en la próxima edición para 2021, en la que participaron 46 delegaciones oficiales de 34 países y que contó con más de 10.000 visitantes; y las nuevas adquisiciones y proyectos para fomentar la industria española de Defensa.

Con respecto a las últimas iniciativas, el secretario de Estado añade también la importancia de las inversiones realizadas para mejorar las capacidades de la industria de Defensa, y pone como ejemplo la construcción de las fragatas F-110, el aumento del presupuesto destinado al programa Eurofighter y al submarino S-80, así como la adquisición de la Fase II del helicóptero NH-90. Estos proyectos han supuesto el compromiso de más de 14.000 millones de euros.

De acuerdo con el secretario de Estado, estas inversiones, además de aportar valor a la industria nacional, posibilitan el uso de las nuevas tecnologías en la industria española como manera de facilitar su participación en los programas europeos estructurados en el marco de la PESCO y recalcan la presencia española en más de un 40% de proyectos realizados en el Programa Europeo de Desarrollo Industrial de la Defensa.

Ángel Olivares también menciona los nuevos proyectos de este año 2020 ya confirmados, como el primer submarino S-80 o la solución a los problemas surgidos para el desarrollo del vehículo de combate 8×8 del Ejército de Tierra, como planes clave en la estrategia de desarrollo de la industria.

El número dos del Ministerio de Defensa va más allá al contextualizar el valor de estas inversiones no es solo para las Fuerzas Armadas, sino también por la industria: «Si queremos tener una defensa fuerte debemos tener una industria nacional fuerte, que nos garantice la autonomía estratégica necesaria para que nuestro país siga teniendo libertad de acción».

Todo ello, en un marco en el que «los esfuerzos realizados durante los últimos meses darán pronto sus frutos en forma de nuevas capacidades para las Fuerzas Armadas, una ganancia tecnológica para nuestra industria, mayor competitividad en las empresas, creación de puestos de trabajo altamente cualificados y un reconocimiento internacional al modo y forma de hacer las cosas que tenemos en España y que cada vez resulta más atractivo para quienes nos conocen».