España lucha contra el terrorismo yihadista de forma eficiente y discreta. Eso demuestran los datos que resumen la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y del aparato judicial contra esta lacra. Sin embargo, estas actuaciones exigen un esfuerzo tal que ya se señala la necesidad de reforzar el trabajo.
Según revela El Independiente, el 60% del trabajo de la Audiencia Nacional está directamente ligado con el terrorismo yihadista. En números redondos, existen en proceso de investigación más de un centenar de casos –lo que obliga al control de varios sujetos, intervenciones telefónicas, mapeo de redes sociales y seguimientos- y hay 172 procesos en fase avanzada en los que ya se han ejecutado operaciones policiales.
De estos 172, 32 están ya en fase de sumario, mientras que 7 se están tramitando por la vía del procedimiento abreviado, ya que los delitos que se imputan son de menor gravedad. En cualquier caso, la cifra de investigados en relación con el terrorismo yihadista alcanza las 289 personas. A éstas hay que sumar 122 que están en prisión a la espera de juicio.
A estos datos debe añadirse que, según publicada El País, entre 2016 y 2017 se han dictado 16 sentencias por terrorismo yihadista, 15 de las cuales han resultado condenatorias. En concreto, 32 acusados fueron condenados y 7 (el 21,8%) resultaron absueltos.
En cuanto a las operaciones policiales, si a comienzos de mayo cifrábamos en 699 el número de detenidos por terrorismo yihadista desde el 11 de marzo de 2004, los últimos datos elevan el número de arrestados por esta causa hasta 707. El último, un viejo conocido de los servicios de seguridad españoles, precisamente relacionado con el 11-M, ha sido puesto en libertad.
Cuatro fiscales más
Ante estas magnitudes, los fiscales de la Audiencia Nacional han pedido ayuda. Los 17 letrados que forman parte del Ministerio Público en las causas que se tramitan en los 6 juzgados de la Audiencia Nacional han solicitado que la plantilla aumente hasta 21. La razón la resume Dolores Delgado, Fiscal Coordinadora contra el terrorismo yihadista en la Audiencia Nacional: “Las acusaciones tienen que ser muy minuciosas e ir al detalle”.
Es decir, se corre el peligro de que la cifra de absueltos y operaciones judicialmente fallidas aumente. El trabajo de los fiscales implica la aprehensión y el estudio de un alto volumen de documentación digital. Su análisis permite localizar a aquellos que están dispuestos a imitar a los autores de atentados como los de Londres, Berlín o Niza.
Delgado destaca que el trabajo no se ciñe a la detención de terroristas, sino que además se trata de neutralizar las redes de captación. De ahí la necesidad de aumentar los recursos ante un desempeño que exige “más tiempo, medios, personas y dedicación”, en palabras de Dolores Delgado.
Según revelan altos mandos de la lucha antiterrorista, en las 25 operaciones antiyihadistas llevadas a cabo en lo que va de 2017 “se optó por las detenciones preventivas”. El objetivo era neutralizar la amenaza. “No queremos que nos pase lo de Londres o lo de París”, confiesan estas fuentes. Sin embargo, la contundencia y rapidez en la actuación policial en ocasiones implican que “las pruebas sean débiles”, por lo que, según estas mismas fuentes, dentro de poco “muy probablemente se va a dejar en libertad a mucha gente”. Dicho más gráficamente: “Se nos va a complicar el patio”.