España aporta más de la mitad de los efectivos de la misión de la Unión Europea en Malí

Desde el pasado 31 de enero, España manda en la misión de la Unión Europea en Malí, la EUTM. Ese día se hizo cargo de la misión el General de Brigada Enrique Millán, que ha pasado a comandar una fuerza de 580 militares de los que España aporta 292 efectivos.

La Misión de Entrenamiento de la Unión Europea, nombre oficial de la EUTM, convive en el país africano con otras dos: la MINUSMA, bajo bandera de la ONU, y Barkane, francesa. Todas intentan, desde hace un lustro, que el país recupere una estabilidad que perdió en 2012 cuando una amalgama de yihadistas, tuaregs y muyahidines estuvo a punto de tomar la capital, Bamako.

Instructores españoles en Koulikoro. | MINISTERIO DE DEFENSA

La intervención francesa consiguió frenar una arremetida yihadista que últimamente se ha visto reforzada por la irrupción del Daesh, que ha enviado a terroristas islamistas desde Siria hasta este país fronterizo al norte con Argelia y Mauritania para intentar establecer un nuevo califato. Las acciones de estos terroristas han hecho que toda Europa ponga el foco en este país de apenas 18 millones de habitantes cuya estabilidad resulta capital para el viejo continente.

En este contexto y a las puertas del relevo en el mando de la EUTM, España decidió incrementar su aportación a la misión europea pasando de 140 a los 292 efectivos actuales. El foco de acción de la EUTM se centra en el cuartel general de Bamako, donde se llevan a cabo labores de asesoramiento y coordinación, y en un campo de entrenamiento gestionado por el ejercito maliense en Koulikoro, a algo más de medio centenar de kilómetros al norte de la capital del país.

Allí, el medio centenar de soldados europeos bajo mando del General de Brigada Enrique Millán se encarga de formar a los cadetes locales. "No vamos a hacer las cosas por ellos. No es nuestra misión", aclaraba en un reportaje de 'ABC' el mando de la EUTM al tiempo que fijaba el objetivo en "reconstruir un ejército que se había desmoronado".

En este sentido, el trabajo de las tropas europeas consiste, principalmente, en asesorar en una instrucción llevada a cabo en cursos de entre 15 días y dos meses en los que se dota a los cadetes de conocimientos básico sobre artillería, mortero, liderazgo, derecho internacional humanitario y operaciones especiales. El jefe español al mando del campo, el Coronel Olazábal, reconoce que las urgencias del ejército local son "tremendas", pero pone el foco en un aspecto que resume la importancia de esta misión en Malí: "Lo que deberíamos preguntarnos es dónde estaríamos si no hubiéramos hecho esto".


España, 2.679 soldados en 19 misiones internacionales

Hace 25 años, la Agrupación Málaga desembarcó en el puerto de Split (Croacia) bajo la bandera de la ONU. Por primera vez, soldados españoles actuaban en el exterior en mitad de un conflicto. Antes, en 1989, oficiales españoles habían actuado como observadores de la ONU en África y Centroamérica, y en 1992 se había desplegado la BriPac en una misión humanitaria en el Kurdistán.

Como destacaba recientemente Miguel González en El País, 25 años después aún quedan soldados españoles en Bosnia-Herzegovina, aunque se trata de una presencia testimonial.

Tras Bosnia -donde murieron 24 soldados españoles- hubo decenas de misiones más, entre las más destacadas y polémicas el envío de tropas a Afganistán (2002) e Irak (2003) con la retirada express ordenada por José Luis Rodríguez Zapatero al año siguiente.

En total, desde que las tropas españolas desembarcaron en Split, las Fuerzas Armadas españolas han desplegado en más de medio centenar de misiones a más de 160.000 soldados, de los cuales han fallecido 172.

En la actualidad, hay desplegados 2.679 militares españoles en 19 misiones distintas repartidas por el globo. En concreto, 619 en el Líbano, 330 en Letonia, 3 en Bosnia, 7 en Colombia, 149 en Turquía, 531 en Irak, 18 en Afganistán, 457 en el Mediterráneo, 46 en Túnez, 32 en Mauritania, 113 en Senegal, 135 en Mali, 29 en República Centroafricana, 45 en Gabón y 165 en Somalia y el Índico.


Kofi Annan y la Unión Europea presentan una guía contra el extremismo violento

“El extremismo violento es una triste realidad a la que todos tenemos que enfrentarnos en nuestras sociedades hoy”. Estas palabras de Neven Mimica, Comisario de Desarrollo europeo, reflejan el espíritu que impregna la guía ‘Extremely Together’ presentada este martes en Bruselas por el ex Secretario General de la ONU Kofi Annan y el propio Nimica.

El ex secretario general de la ONU, que se reunió además con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, puso de manifiesto que lleva una década movilizando a jóvenes en su afán de luchar contra el extremismo violento.

El Comisario de Desarrollo enfatizó por su parte que "durante demasiado tiempos muchos jóvenes han sido víctimas o incluso instrumentos del terrorismo”, asegurando que ‘Extremely Together’ “va a darle la vuelta y empoderar a los jóvenes para que se conviertan en agentes de la paz, la tolerancia y la esperanza”.

El documento ha sido desarrollado por decenas de jóvenes en todo el mundo que trabajan en la lucha contra la radicalización y el extremismo, como el noruego Bjorn Ihler, experto en comunicación superviviente de los atentados de julio de 2011 perpetrados de Anders Brejivik; el escritor sirio Zaid al Rayes, que promueve el empleo entre los jóvenes para evitar que sean captados por grupos extremistas; y Fatima Zaman, funcionaria británica que lucha contra la expansión del extremismo en la capital británica.

Con historias como las de estos tres jóvenes, la guía busca inspirar a otros por todo el mundo y conseguir que se movilicen contra el radicalismo y el extremismo violento en sus lugares de origen. En el documento hay multitud de historias, como las de Sayed Ali Abbas, ingeniero y escritor paquistaní, que pasó de diseñar misiles y radares a convertirse en activista como el extremismo tras unas operaciones militares contra terroristas en Swat.