La Unión Europea quiere que Twitter, Facebook y Youtube actúen contra los vídeos violentos

La Unión Europea se ha propuesto luchar contra el extremismo violento y quiere hacerlo desde todos los frente posibles. Si hace poco el Parlamento Europeo aprobó una serie de directrices dirigidas a intentar evitar la acción de los llamados ‘combatientes extranjeros’, el objetivo ahora son los vídeos que, usando las redes sociales, incitan a la violencia y el terrorismo.

En este sentido, el pasado martes el Consejo Europeo aprobó una propuesta para que las compañías responsables de redes sociales como Twitter, Facebook y Youtube actúen para intentar evitar la difusión de este tipo de contenidos audiovisuales en sus plataformas.

Pese a que el acuerdo, alcanzado un día después del atentado de Manchester, aún debe de pasar por la Eurocámara antes de convertirse en norma, todo apunta a que se tratará de un mero trámite, pues los eurodiputados ya han manifestado en diversas ocasiones su preocupación por la difusión de este tipo de vídeos en las redes sociales.

El acuerdo reconoce que, dado que los vídeos se han convertido en “una parte esencial” de las redes sociales, las compañías que proveen estos servicios deben tomar medidas para impedir la difusión de mensajes de odio, cuyo contenido incite y/o justifique el terrorismo.

Según acalaró el vicepresidente de la Comisión Europea para el Mercado Único Digital, Andrus Ansip, estas medidas se impondrán únicamente para aquellos archivos almacenados en las plataformas, no para los vídeos en streaming, como sería el caso de Facebook Live, Periscope y otras aplicaciones.

Twitter, Facebook y otras plataformas ya habían empezado a actuar por su cuenta contra el llamado extremismo violento, aunque ahora las instituciones empiezan a reclamarles una mayor implicación y celeridad en esta lucha contra el radicalismo y la apología de la violencia.


La Unión Europea se arma con leyes contra el terrorismo

La amenaza yihadista es una realidad en Europa. París, Niza, Bruselas, Berlín, Londres… Son sólo algunas de las ciudades que han sufrido en carne propia el embate del terrorismo. Muchos de estos atentados han puesto en evidencia el reto que supone para la Unión Europea plantear una lucha efectiva contra el terrorismo y el crimen internacional.

En este sentido, pese a los avances que se habían hecho hasta ahora, se habían detectado algunas fallas y lagunas en el conjunto de la legislación. Y por ello la UE y los 27 han culminado un proceso legislativo de suma importancia en la lucha antiterrorista, con la aprobación de tres directivas en marzo diseñadas para lograr una mayor eficiencia en la lucha contra el crimen organizado y la amenaza terrorista: sobre las armas de fuego, sobre el terrorismo y sobre el Código Europeo de Fronteras.

En lo referente a la directiva sobre el control de armas de fuego, se refuerza la normativa sobre las armas legales para dificultar su tráfico hacia actividades delictivas y terroristas. Además, se establecen nuevas disposiciones relativas al marcado de armas para mantener un control efectivo sobre toda su vida, incrementándose los mecanismos para el intercambio de información en este campo.

En relación a la directiva sobre el terrorismo, se han modificado algunos tipos penales que ahora cada Estado miembro deberá incluir en sus respectivas legislaciones nacionales. Una modificación diseñada para responder al modelo de los llamados “combatientes extranjeros”, aquellos nacionales europeos que se han unido a grupos radicales en conflictos como los de Siria o Irak y regresan aún más radicalizados y con experiencia en combate dispuestos a atentar en Europa. Además, se han introducido modificaciones para mejorar el intercambio de información entre organismos que luchan contra el terrorismo.

Finalmente, se implementan modificaciones en la vigilancia de las fronteras exteriores de la UE, obligándose a realizar controles sistemáticos de todas las personas que las atravieses. Y al decir todas, implica también a los nacionales de Estados miembros de la UE, pues hasta ahora dicho control efectivo sólo se aplicaba sobre los nacionales de terceros países. Es decir, un potencial terrorista con pasaporte europeo podía esquivar sin mayor problema dichos controles.

Como relata Javier Albadalejo, comisario de la Policía Nacional destinado como Consejero de Interior en la Representación Permanente de España en la UE, estas tres directivas “fortalecen aún más el modelo de seguridad con el que ya cuentan la UE y sus Estados miembros”. Albadalejo, además, enfatiza la importancia de estos avances legislativos en el propio hecho de que tanto las instituciones comunitarias como los propios Estados miembros hayan sabido ponerse de acuerdo para sacar adelante estas nuevas normativas.


Predecir el terrorismo a partir del extremismo violento

¿Qué lleva a alguien a radicalizarse y convertirse en terrorista? ¿Afecta el extremismo violento a todos por igual? ¿Qué factores inciden en el proceso? La revista ‘American Psychologist’ ha dedicado un número especial a analizar el fenómeno del extremismo violento, el proceso de radicalización del individuo, la posibilidad de predecir si alguien se convertirá en terrorista y cómo la sociedad puede prevenir el acercamiento de los jóvenes al extremismo violento.

“El terrorismo es uno de los problemas sociales más complejos de nuestro tiempo”, asegura John G. Horgan, Profesor de Psicología de la Universidad Estatal de Georgia (Atlanta) y editor invitado para este número especial de ‘American Psycologist’. “Los esfuerzos para entender el terrorismo abundan en todas las disciplinas académicas, pero permanecen sin respuesta muchas preguntas sobre cómo predecirlo y prevenirlo”, añade Horgan, quien enfatiza: “Nunca ha habido una necesidad más urgente de un mayor compromiso de la psicología”.

Extremismo no implica terrorismo

El punto de partida de los investigadores es la evidencia de que la mayoría de personas con ideas radicales no se convierte en terrorista. Así se refleja en el artículo ‘Entender la radicalización política: el modelo de dos pirámides’, de Clark McCauley y Sophia Moskalenko, ambos del Bryn Mawr College (Pensilvania).

Estos autores basan su premisa en que “el 99% de los que tienen ideas radicales nunca actúan” mientras que, por el contrario, “muchos se unen a la acción radical sin ideas radicales”. Llegan a esta conclusión tras establecer un modelo de estudio comparado a partir de dos pirámides: una de opinión –ideas extremistas y su crecimiento- y otra de acción -desde la pasividad hasta la violencia política, pasando por el activismo legal-.

Por todo ello, el artículo concluye que aquellos programas destinados a luchar contra el extremismo violento que no establecen una diferencia entre ideario y acciones extremistas, lo único que hacen es aumentar de forma innecesaria la amenaza terrorista.

Detección previa del terrorista

Cabe entonces preguntarse cómo se pasa del extremismo violento a la acción terrorista. En este sentido, Kiran M. Sarma, de la Universidad Nacional de Irlanda, plantea en su artículo ‘Evaluación del riesgo y la prevención de la radicalización de la no violencia al terrorismo’ cómo identificar a aquellos que sí darán el salto pasando del mero extremismo ideológico a la acción violenta.

Este psicólogo forense describe en su artículo las distintas herramientas con las que se puede intentar analizar aquellos perfiles que han llamado la atención de las autoridades e identificar a aquellos cuya trayectoria viaja del pensamiento radical a la acción violenta.

Para ello, Sarma considera que hay que avanzar en la forma en que se recopila la información y en los procesos de toma de decisiones al respecto, para lo que pone especial énfasis en los juicios estructurados en contraposición con las listas de “comportamientos de bandera roja” basadas en la mera adhesión de puntuaciones.

El necesario equilibrio con la comunidad

Uno de los ámbitos fundamentales de acción a la hora de prevenir el extremismo violento es el de la comunidad. B- Heidi Ellis y Saida Abdi, ambas del Hospital Infantil de Boston, firman el artículo ‘Fortalecimiento de la resistencia comunitaria al extremismo violento a través de asociaciones genuinas’, en el que analizan cómo la conexión social supone el centro de aquellas comunidades que resisten al extremismo violento e impiden que lo abracen sus jóvenes.

Ambas autoras señalan el necesario equilibrio que debe darse entre las agencias gubernamentales y los miembros de dicha comunidad. Un equilibrio necesario pues, de mantenerse, generará sistemas de alerta temprana que permitirán impedir el surgimiento del extremismo violento. Pero, si esas relaciones fallan, el esfuerzo por evitar el radicalismo puede darse la vuelta y, por el contrario, alimentarlo.

Ellis y Abdi ponen un ejemplo: señalar a un grupo concreto como particularmente vulnerable puede llevar a la estigmatización y la discriminación, lo que restará poder a la comunidad como identidad preventiva.


Las redes sociales se alían contra el extremismo violento

Entre el 1 de agosto de 2015 y el 31 de diciembre de 2016, Twitter suspendió 636.248 cuentas para hacer frente al extremismo violento en la red social. En concreto, en el segundo semestre de 2017, la compañía suspendió 376.890 cuentas por “violaciones relacionadas con la promoción del terrorismo”.

Los datos fueron presentados por la propia empresa el pasado 21 de marzo en su informe de transparencia. De todas las cuentas suspendidas, el 74% se detectaron a través de herramientas internas que la compañía utiliza contra el uso de ‘spam’. En menos del 2% de los casos se intervino a petición de las autoridades.

La empresa de San Francisco informó además de que, durante se año y medio, recibió solicitudes para actuar contra 88 periodistas y medios de comunicación, aunque también aclaró que “en la mayoría de los casos” no se adoptaron medidas concretas.

La compañía reaccionó en febrero del pasado año ante las voces que la criticaban por permitir la difusión de mensajes considerados violentos, especialmente aquellos relacionados con la acción terrorista del autodenominado Estado Islámico. Ya entonces, enfatizó los esfuerzos que estaban haciendo para evitar este tipo de comportamientos en su red social.

El equipo de Twiter explicó que había incrementado los equipos dedicados a la revisión de informes con el objetivo de reducir el tiempo de respuesta significativamente. También anunció que estaba desarrollando métodos de trabajo para observar cuentas similares a las suspendidas y evitar la difusión de estos mensajes con tecnología anti-spam.

De hecho, el 5 de diciembre pasado, Twitter anunció que se unía a Facebook, Microsoft y Youtube para “frenar la propagación de contenidos terroristas online”. Para ello, se comprometían a crear desde ese mismo momento una base de datos compartida con tecnología de huella digital en para imágenes terroristas y mensajes de reclutamiento. Las cuatro compañías iban a poner en común las imágenes y contenidos más graves que habían eliminado de su plataforma, comenzando así a crear una base de datos que comparten con otras compañías para ayudar a identificar más rápidamente este tipo de contenidos.