De Siria a Texas para desradicalizar yihadistas

En 2003, Tania Joya, británica de origen bangladeshí conoció en Londres a John, un joven converso de Texas con el que había entrado en contacto a través de una página web que se dedica a arreglar matrimonios entre musulmanes. Por aquella época el mundo vivía sumido en la crisis que supusieron los atentados del 11-S y Tania describe a su yo de entonces como "una adolescente cabreada en una familia de inmigrantes", una joven de 19 años que "no había tenido una infancia como tal (...) no me habían inculcado ningún sistema de valores y era una chica muy vulnerable al extremismo".

De Londres, Tania recaló del brazo de su marido en Egipto. Corría 2011 y el país estaba controlado por los Hermanos Musulmanes, que habían alcanzado tras la revuelta que terminó con el mandato de Hosni Mubarak. Allí permanecieron hasta 2013, cuando un golpe de Estado apartó a la Hermandad del poder. Partieron entonces -Tania, John y sus tres hijos- hacia Turquía; y de ahí, a Siria.

Allí fue donde dijo basta. Como relataba en un reciente reportaje en El Mundo: "Ya había tenido suficiente. Cuando la persona con la que compartes tu vida te lleva directamente hacia el matadero, no queda más opción. Durante las semanas que pasé allí recuerdo viajar totalmente cubierta de un lugar a otro y discutir con los combatientes en un tono que hoy me parece una locura. Por fortuna, John me dejó marchar. Estaba exhausta. Ya sé que es algo que el islam no acepta pero quería a mis hijos mucho más que a mi religión".

Ese fue el punto de inflexión que la llevó a abrir los ojos, hasta el punto de romper con su fe. "A principios de 2015 llegué a la conclusión de que ya no era musulmana. Llevaba algún tiempo sin poder rezar ni llevar hiyab. La religión y la política han roto mi familia y arruinado todo lo que conocía".

Desde entonces, decidió que su vida sería otra. Ahora, asentada en Texas, trabaja en la organización estadounidense Contra el Extremismo Violento, formada por ex yihadistas como ella que intentan ayudar a quienes aún no lo han hecho a desradicalizarse.

Una labor que, explica, es especialmente dura para ellas. "Para las mujeres resulta mucho más difícil abandonar el yihadismo. Tienen que divorciarse, asumir el repudio y buscar ayudar para mantener a sus hijos. No saben cómo ser independientes", reconoce. "No he encontrado historias similares a la mía pero puedo imaginar que hay muchas refugiadas con experiencias tan dramáticas. Yo, al menos, tengo la fortuna de contar con un pasaporte británico".

En cuanto a John, alias Yahia al Bahrumi, el texano converso que la llevó hasta Siria en busca de la promesa del Califato, poco más ha vuelto a saber de él. "Hace unos meses escuché su voz en un vídeo de propaganda del IS. La reconocí al instante pero no sé nada más de él. Nuestra última conversación fue en 2015".

 


Beatriz Yubero: "En los países musulmanes no es posible un sistema que separe religión y Estado"

 

El islam político es "un término contemporáneo" que surge en paralelo con "las mal llamadas Primaveras Árabes" y que "intenta vender un modelo de sociedad islámica occidentalizada que en ningún caso puede llegar a consumarse". Así lo manifestó este miércoles en Córdoba Beatriz Yubero, periodista y analista especializada en Oriente Próximo.

Yubero, que ofreció la conferencia ‘¿Es compatible el islam y la democracia? Una crónica en primera persona’ organizada por el Instituto de Seguridad y Cultura, aseguró que “en los países musulmanes no es posible un sistema que disgregue religión y Estado". “Simplemente por una cuestión de preceptos, de la propia concepción y conformación de la sociedad y el credo”, ahondó esta experta, quien reiteró que “no es posible imponer un modelo occidental a una sociedad con tantas diferencias”.

En este sentido, Yubero incidió en que “el islam político es un concepto occidental” y que, “al igual que las sociedades occidentales no poseen conceptos como el de la umma [comunidad]”, las sociedades musulmanas “no poseen conceptos como la separación de poderes”. Se trata de algo “indisociable según sus creencias”, ahondó Yubero, al tiempo que reiteró que “el islam siempre formará parte de la vida social y política de los musulmanes y la política se rendirá ante el islam y también lo usará en su propio beneficio”.

En su trayectoria profesional, la ponente ha visitado Irán, Israel, Palestina, Marruecos; ha vivido en Jordania, desde donde ha viajado con cierta asiduidad a Egipto y Siria, y más tiempo en Turquía, donde estuvo basada mientras desarrollaba su labor como periodista e investigadora. En Ankara fue detenida y acusada de terrorismo en plena ola de represión por el fallido golpe de Estado del 15 julio de 2016, siendo finalmente deportada a España.

En Córdoba, Yubero relató cómo la expansión de los Hermanos Musulmanes en la política jordana está desestabilizando el país, cómo “la politización de la fe ha generado hostilidades difícilmente reconciliables" en lugares como Siria e Irak y, especialmente, cómo “la islamización del Estado turco y la imposición del sultanato erdoganista ya es un hecho que está enfrentando al país y que se ha fraguado en las madrasas, en las escuelas Imam Hatip y en la TV, gracias al control de los medios”.

En el caso de Turquía, país que Yubero calificó como “la mayor cárcel de periodistas del mundo”, el Gobierno se habría valido de todo tipo de armas para lograr sus fines, también desde el punto de vista de las relaciones internacionales.

“El país ha utilizado a los refugiados para obtener un cheque en blanco frente a la UE colocándolos en una posición muy difícil. Durante años, el régimen volvió la cara al Daesh y las fronteras turcas, ofreciendo toda la permisividad posible para el tránsito de los terroristas hacia cualquier lugar”, denunció Yubero, quien aseguró que “la UE pagará cara la permisividad que durante décadas ha ofrecido al Gobierno islamista de Erdogan”.

A nivel interno, los turcos han visto cómo "cualquier idea expresada en contra del Gobierno es razón suficiente para ser arrestado" y cómo el islamismo se extendía por esferas de la vida pública y privada hasta ahora ajenas en un país que presumía de la laicidad del Estado.


Beatriz Yubero ofrecerá en Córdoba la conferencia '¿Es compatible el islam y la democracia? Una crónica en primera persona'

El Instituto de Seguridad y Cultura organiza la conferencia ‘¿Es compatible el islam y la democracia? Una crónica en primera persona’, que ofrecerá Beatriz Yubero, periodista y analista especializada en Oriente Próximo, el miércoles 24 de enero en Córdoba.

El evento tendrá lugar en el TRYP Córdoba Hotel, situado en la Avenida de Medina Azahara, 7, a las 19:00 horas. Beatriz Yubero analizará desde su propia experiencia la delicada relación entre islam y democracia en países como Jordania, Egipto y Turquía, de donde fue deportada tras ser detenida y acusada de terrorismo en plena represión por el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.

Para asistir al acto, que se enmarca en el programa Democracia, Radicalismo y Sociedad Civil, es necesario inscribirse rellenando este formulario o enviando un correo electrónico a info[a]seguridadycultura.org.


Coronel Emilio Sánchez de Rojas: "Las repercusiones en Occidente de lo que ocurre en Qatar son más fuertes de lo que parece"

El mundo musulmán es enorme, abarca desde Mauritania y Senegal hasta Indonesia y Filipinas. Sin embargo, aunque desde el punto de vista identitario religioso existen unas pautas comunes, “la llamada región MENA –entre Oriente Medio y el Norte de África- es la que compone el núcleo duro” y, desde luego, “la más influyente” tanto en el conjunto de ese mundo musulmán como en Occidente.

Así lo puso de manifiesto este jueves en Córdoba el Coronel Emilio Sánchez de Rojas, Analista principal del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa, durante la conferencia ‘Claves geoestratégicas para entender el mundo musulmán’, que impartió en el TRYP Hotel Córdoba.

Sánchez de Rojas, que ha ocupado la Agregaduría Militar en la embajadas de España en Amán y El Cairo, insistió en que “los desequilibrios y las luchas de poder” que azotan el ámbito de la península arábiga “añaden más tensión a la zona, pero también a todo Occidente” pues, en su opinión, “las repercusiones de lo que ocurre con Qatar son más fuertes de lo que parece”.

El conflicto entre Arabia Saudí y Qatar es, en palabras del Coronel Emilio Sánchez de Rojas, “un simple indicador de los efectos de un problema más profundo”. Un problema que “se une a la línea de quiebra ya existente entre chiíes y suníes, que es la línea de quiebra dentro del propio mundo suní”.

La crisis diplomática entre Riad y Doha refleja un enfrentamiento derivado del “apoyo de Qatar, junto con Turquía, a los Hermanos Musulmanes”. Una crisis que ha estallado, según explicó el analista del IEEE, tras el cambio de Administración en Estados Unidos: “Barack Obama apoyaba a los Hermanos Musulmanes; pero los Estados Unidos de Donald Trump, no”.

Este panorama añade “aún más tensión” a un escenario en el que “las llamadas primaveras árabes, que afectaron principalmente a las antiguas repúblicas de corte militar”, han derivado en “estados debilitados por un terrorismo oportunista y guerras como la de Libia, el Sinaí egipcio, la de Yemen y la de Siria-Irak”. Todo esto ha traído consigo “una división por líneas sectarias y religiosas”.

Los últimos avances militares en relación con la lucha contra el autodenominado Estado Islámico, “con la toma de Mosul y la más que probable de Raqqa”, como recordó Sánchez Rojas, “anuncian una derrota militar del IS, algo que ya vaticinamos algunos hace tres años”. Sin embargo, el Analista del IEEE dejó en el aire una pregunta: “¿Se tratará de una derrota definitiva o volverán a emerger, como ya hicieran tras la retirada norteamericana de Irak?”.

En la respuesta a dicha pregunta tienen mucho que ver, según explicó Sánchez Rojas, “los conflictos internos que ahora mismo están afectando al mundo árabe” y, más en concreto, a esa región MENA. No sólo por implicar a “protagonistas directos”, sino por la ascendencia que “países como Qatar y Arabia Saudí tienen sobre potencias globales” como Estados Unidos, Rusia y China.