Los ejércitos europeos se despliegan en el Sahel

El Sahel, el área geográfica que se extiende por África entre el desierto del Sáhara y la sabana sudanesa, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de Europa. La inestabilidad política, económica y social de la zona, junto a la proliferación de grupos yihadistas, ha hecho que distintos estados de la Unión Europea desplieguen tropas en el Sahel.

Reino Unido confirmó el pasado 18 de enero que enviará tropas para luchar contra el yihadismo a la zona, sumándose así a Francia, cuyos soldados llevan desplegados en el Sahel desde enero de 2013 en sucesivas misiones; España, con un importante despliegue en Malí, pero también en Senegal y otros países de la región; Alemania, que cuenta con cerca de 900 soldados en Malí; e Italia, que aprobó a finales de 2017 un despliegue de 470 soldados en Níger.

Más allá de las tropas europeas, Estados Unidos cuenta con un importante despliegue en la zona. Desde 2002, las tropas estadounidenses han llevado a cabo distintas misiones de entrenamiento antiterrorista a fuerzas locales en el Sahel además de participar en lo que se denomina una guerra en la sombra en la región desde hace años. A esto hay que sumar el despliegue de 800 efectivos en Níger, lo que supone el mayor contingente estadounidense en el continente.

Poniendo el foco en el conjunto de África, España es el principal contribuyente a las misiones militares de la Unión Europea en el continente. En Malí hay 292 efectivos desplegados, a los que se suman 73 en Senegal, 32 en Mauritania, dos en Cabo Verde, 45 en Gabón, cinco en República Centroafricana y 23 en Somalia.

Eso en cuanto al área continental, pues España participa con 375 militares en la Operación Atalanta, que lucha contra la piratería en el océano Índico, y otros 250 en la Operación Sofía y Sea Guardian en el Mediterráneo. En total, el número de militares españoles desplegados en África, sin contar con las tripulaciones navales, asciende a 1.347.


La nueva amenaza yihadista en Europa: armas químicas, drones y menores

La amenaza yihadista que se cierne sobre Occidente se ha acelerado con la caída del autoproclamado Califato del Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés). Los expertos advierten de que la desaparición territorial del IS no implica el fin de dicha amenaza; todo lo contrario, la acrecienta, pues el nuevo Califato es ahora virtual y más global que nunca, y requiere de acciones de gran impacto para reivindicar su existencia.

En este sentido, en los últimos meses Alemania ha alertado de las nuevas tipologías de amenaza que se ciernen sobre Europa. Según informaba El Confidencial, las autoridades alemanas pusieron en marcha un simulacro en Berlín en el que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los distintos cuerpos sanitarios se enfrentaban a un ataque químico.

Más allá de un ejercicio de entrenamiento y para comprobar la capacidad de reacción, la prueba guarda relación con una amenaza real notificada por un "servicio de inteligencia amigo" a las autoridades alemanas, según reveló el diario Welt. De acuerdo con el rotativo, dicho aviso, proveniente de un país ajeno a la Unión Europea, era "concreto" y apuntaba al uso de gas cloro o ácido sulfhídrico en espacios públicos cerrados.

A esto hay que sumar la creciente preocupación ante el posible uso de drones y otros vehículos autónomos o semiautónomos para cometer este tipo de ataques. Un reciente estudio del think tank alemán Academia Federal de Política de Seguridad (BKAS) alerta de que "este tipo de vehículos ya están siendo usados o probados por grupos terroristas como el IS en varios escenarios de guerra".

Esta institución, ligada a los servicios secretos alemanes, advertía en su informe de que "se debe prestar mucha más atención al riesgo de que sean empleados para ataques terroristas, especialmente si se usan para dispersar material químico, biológico o radiológico". Unos ataques de los que "sería muy difícil defenderse" ante el pequeño tamaño de estos dispositivos y la posibilidad de que "se usa un gran número de ellos de forma simultánea", en una suerte de "bandadas de drones".

El tercer pilar sobre el que han alertado las autoridades alemanas hace referencia al posible aumento en el uso de menores, incluso niños, en ataques terroristas en suelo europeo. En concreto, Hans-Georg Maaßen, Presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), los servicios secretos alemanes del interior, alertó sobre la posibilidad de que, con el retorno de los llamados 'combatientes extranjeros', lleguen menores que "podrían convertirse en una nueva generación de yihadistas".

No en vano, Alemania sufrió el pasado año siete atentados yihadistas, de los cuales tres fueron cometidos por menores de edad. Incluso hubo un intento de atacar un mercado navideño en Ludwigshafen por un niño de 12 años, que no logró su objetivo al fallar el aparato explosivo de fabricación casera.

 


El G-6 señala en Sevilla la necesidad de reforzar el control sobre los mensajes en las mezquitas

Los ministros de Interior de España, Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia e Italia se reunieron el pasado lunes 17 en Sevilla en el marco del llamado G-6. Tras los atentados de Cataluña, Polonia cedió a España la organización de dicho encuentro, en el que quien fuera alcalde de la capital andaluza y actual titular del Interior, Ignacio Zoido, hizo de anfitrión en una reunión en la que se abordaron, desde un punto de vista europeo, el terrorismo yihadista, la inmigración y la lucha contra el crimen organizado.

En este sentido, fue el propio Zoido quien, al finalizar la reunión, ofreció un breve resumen de la misma destacando el consenso entre los asistentes por ejercer un mayor control sobre los imanes y los mensajes que se lanzan en las mezquitas. El titular de Interior también planteó la necesidad de ejercer un mayor control sobre internet y la venta de productos que pueden ser utilizados para fabricar explosivos.

"El terrorismo yihadista tiene la facultad de adaptarse y cambiar su modus operandi", destacó el titular de Interior español, quien enfatizó en la necesidad de generar una buena comunicación entre las autoridades y los comerciantes para poder detectar transacciones de materiales potencialmente peligrosos.

Al encuentro asistieron, además de Zoido, el Ministro del Interior de Francia, Gerard Collomb; la de Reino Unido, Susan Williams of Trafford; el de Polonia, Mariusz Blaszczak; la secretaria de Estado de Alemania, Emily Haber; y el Embajador de Italia, Stefano Sannino. La reunión contó además con la presencia del Ministro del Interior de Marruecos, Abdelouafi Laftit, y de los comisarios europeos de Migración, Interior y Ciudadanía, Dimitris Avrapoulos; y Seguridad, Julian King.

Todos ellos trataron además de la necesidad de coordinar acciones para lograr una inmigración ordenada y regular, conseguir la total integración de los inmigrantes y una mayor coordinación en materia de asilo.