“Internet supone la materialización de un sueño para el yihadismo, el de poder comunicarse con su audiencia sin la necesidad de intermediarios que puedan desvirtuar su mensaje”. Así resumió Manuel R. Torres Soriano el pasado 26 de octubre el uso que hacen los islamistas radicales de la red. “Gracias a Internet, los terroristas pueden dirigirse a su público cuándo, cómo y en la extensión que ellos deseen”, explicó Torres.

Esta capacidad ha derivado en el surgimiento de lo que se ha denominado Califato Virtual, que ha adquirido una especial relevancia tras la derrota del autodenominado Estado Islámico en Raqqa, considerada por los terroristas la capital de su califato. “El Califato Virtual es la extensión en el ciberespacio del proyecto político-religioso que Daesh ha intentado crear desde Siria e Irak”, explicó Torres, quien aclaró que, “a medida que el grupo va perdiendo control territorial, necesita en mayor medida conservar este ‘patrimonio virtual’ que le permite seguir gozando de una imagen de fortaleza y relevancia aunque la realidad sobre el terreno sea muy distinta”.

Manuel R. Torres Soriano, Profesor de la Universidad Pablo de Olavide y experto en terrorismo, ofreció en Córdoba la conferencia ‘Internet: el nuevo campo de batalla para el yihadismo’, organizada por el Instituto de Seguridad y Cultura.

Uno de los recursos más frecuentes en el discurso yihadista, según explicó este experto en terrorismo, es el de España. “Al Andalus se contempla como una herida abierta que debe ser reparada”, explicó. “No sólo es el paraíso perdido, sino que su pérdida es interpretada como el inicio de todos los males que afligen al mundo musulmán, así como de la obligación individual de acometer la yihad”. ¿Y qué implicaciones tiene este simbolismo de Al Andalus? El profesor Torres fue claro: “Esta particularidad de nuestra historia otorga a España una sobre-exposición a la amenaza yihadista que no sufren otros países”.

En este sentido, este experto ahondó en las medidas a adoptar para atajar dicha amenaza en nuestro país, poniendo especial énfasis en el control de las mezquitas. “Más allá de la necesaria labor de control que realizan las fuerzas de seguridad para evitar que en estos espacios se puedan llevar a cabo actividades tipificadas como delitos, debe exigirse una transparencia radical por parte de estas comunidades”, aseguró, al tiempo que reiteró que la mejor manera es “ser completamente cristalinos sobre lo que sucede en el seno de estas comunidades, quiénes son los diferentes actores en juego y cuáles son sus propósitos y exigencias”.

No en vano, el profesor Torres recalcó que “el islamismo en Occidente supone un problema de mayor dimensión que la propia violencia yihadista”, explicando que “mientras el terrorismo es un problema de seguridad que puede ser gestionado, en el largo plazo la extensión de ideologías que niegan los principios básicos de convivencia puede generar un problema de cohesión social con unas consecuencias mucho más graves”.

Por ello, advirtió sobre “algunos estados con un considerable músculo financiero que han aprovechado el marco de libertades y pluralismo religioso de nuestras sociedades para extender unas doctrinas que suponen una negación de esos mismos principios”. El Profesor Torres remarcó que “es perfectamente legítimo y necesario que el Estado impida que la financiación e influencia de algunos países termine envenenando el islam en España”.