La ministra de Defensa destaca la necesidad de invertir en industria e innovación

En la segunda sesión formal de la reunión periódica de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, la ministra de Defensa de España participó junto a 30 países e invitados, incluyendo Finlandia y Suecia. El comandante supremo aliado (SACEUR) presentó los progresos en las medidas adoptadas en la Cumbre de Madrid para reforzar la postura de disuasión y defensa, así como las principales líneas de trabajo en curso: la elaboración de los planes de defensa, la estructura de fuerzas y la de mando y control.

Durante la sesión, se aprobó la Guía Política 2023, que establece un nuevo nivel de ambición para cualquier contingencia en el marco del artículo 5, considerando las capacidades y fuerzas necesarias para operaciones de gestión de crisis, en el marco del Concepto Estratégico aprobado en la Cumbre de Madrid.

La ministra expresó su satisfacción por el consenso alcanzado, que demuestra la unidad en la OTAN y envió un mensaje claro a agresores como Rusia. También resaltó la importancia de mantener el equilibrio entre presupuesto, capacidades y aportaciones a operaciones para lograr una alianza adaptada, sostenible y dotada de los recursos suficientes para llevar a cabo sus tareas fundamentales en 360 grados. La ministra destacó la necesidad de invertir en industria e innovación y llamó la atención sobre las amenazas a las infraestructuras críticas, especialmente las submarinas. Asimismo, insistió en la importancia de reforzar la cooperación con la Unión Europea para hacer frente a los retos actuales de seguridad en Europa y los desafíos del Sur.

En los márgenes de la reunión ministerial, la ministra mantuvo encuentros bilaterales y multilaterales, incluyendo uno con su homólogo de Hungría y otro con los ministros de los demás países que participan en la misión aliada de 'Presencia Avanzada reforzada' en Letonia desde 2017. La ministra reiteró el compromiso de España con esta misión OTAN, que contribuye a la disuasión y defensa y muestra la cohesión y solidaridad entre los Aliados. España mantendrá su nivel de participación en la misión, adaptando su despliegue según las necesidades de la Alianza expresadas en los planes regionales de SACEUR.


Defensa aumentará sus recursos en un 6,5%

El Consejo de Ministros celebrado este martes 4 de octubre ha aprobado el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2023, que se remitirá al Congreso de los Diputados a lo largo de la semana.

Estos presupustos incluyen un aumento de los recursos para el Ministerio de Defensa del 6,5%, cifra que aumenta al 8,4% si se incluye los fondos europeos. El incremento es mayor al incluir los Programas Especiales de Modernización, aunque estos programas no computan en el límite de gasto no financiero.

En concreto, los Programas Especiales persiguen modernizar las fuerzas armadas y se computan en distintas anualidades. En 2023 la dotación se sitúa en 4.901 millones de euros que, en su mayor parte, corresponde a contratos para la industria nacional que permitirá generar 22.667 empleos de forma directa o indirecta.

Fuente de la imagen: El Confidencial


Entrevista al General de División Luis Murga Martínez

El General de División José Luis Murga Martínez, actual subdirector general de Planificación, Tecnología e Innovación del Ministerio de Defensa, ha sido Jefe de la División de Logística del Estado Mayor del Ejército de Tierra y ha ejercido el mando del Regimiento de Infantería “Canarias” nº 50 en Las Palmas de Gran Canaria y del Batallón de Infantería “Zamora” III/29 en Pontevedra.

Además, ha participado en siete misiones internacionales, destacando la última en el año 2013 como Jefe del Contingente español en Qala-i-Naw, siendo responsable de la operación de repliegue del Contingente español a Herat.

¿Cuáles son las principales políticas de armamento, material investigación y desarrollo e innovación que se están desarrollando desde el Ministerio de la Defensa ante el nuevo marco estratégico internacional?

La política de I+D+i del Ministerio de Defensa, bajo la responsabilidad de la Secretaria de Estado de Defensa (SEDEF), coadyuva al logro de los objetivos establecidos por la política de Defensa y contribuye, por tanto, a la consecución de las capacidades necesarias resultantes del proceso de Planeamiento de la Defensa. La expresión específica de dicha política se plasma en la Estrategia de Tecnología e Innovación de la Defensa (ETID) la cual, además, se enmarca en la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación (EECTI) del Ministerio de Ciencia e Innovación. La EECTI 2021-2027 es el instrumento de referencia para alcanzar el conjunto de objetivos generales, compartidos por la totalidad de las Administraciones públicas con competencias en materia de fomento de la investigación científica y técnica, y de la innovación, por lo que cualquier actuación debe realizarse al amparo de la misma.

En lo que nos concierne, la ETID 2020 marca tres directrices que deberán guiar cualquier actividad en I+D+i promovida en el ámbito del Ministerio de Defensa y que, a la vez, se constituyen en los tres pilares que enmarcaran sus actuaciones.

El primer pilar, de Objetivos Tecnológicos, se dirige a las inversiones de I+D+i, en su orientación hacia la consecución de los objetivos tecnológicos marcados en esta Estrategia, extraídos del conjunto de líneas de I+D+i de interés para Defensa.

El segundo pilar, de Cooperación, promueve actuaciones que conduzcan a crecientes grados de cooperación en I+D+i dentro del ámbito nacional e internacional. En el ámbito nacional juega un papel de especial relevancia el protocolo general de actuación firmado entre el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Ciencia e Innovación y sus agencias de financiación, mientras que en el ámbito internacional será el Fondo Europeo de Defensa, la EDA y, en menor medida, el programa marco Horizonte Europa, los focos de la cooperación.

El tercer pilar, de Mejora Continua, busca convertir al Ministerio de Defensa en un catalizador de la I+D+i y promotor de ese talento integrador que permita obtener lo mejor de cada uno de los agentes del Sistema español de Ciencia, Tecnología e Innovación que derive en un tejido científico y tecnológico puntero y en empleo de calidad.

Dada la gran importancia que la colaboración internacional en materia de investigación tiene en el contexto actual, el Ministerio canaliza una parte sustancial de sus actividades en I+T a través de las organizaciones internacionales más importantes, cuyos marcos de actuación cubren las dos vertientes estratégicas fundamentales: la europea y la trasatlántica.

En el marco europeo, las colaboraciones en I+T se establecen a través de la Agencia Europea de Defensa (EDA), del Acuerdo Marco de la LoI y, más recientemente, del Fondo Europeo de Defensa (EDF). En cuanto a la vertiente trasatlántica, la cooperación se lleva a cabo por medio de la organización de Ciencia y Tecnología (STO) de la OTAN.

Todas las actuaciones en I+D+i se integran, junto al resto de actuaciones de coordinación y gestión requeridas, en un Nuevo Plan de I+D+i, para su puesta en práctica.

¿Cómo se organiza y se gestiona este planeamiento de investigación, desarrollo e innovación desde el Ministerio en coordinación con la industria de Defensa nacional?

En pocas palabras, se sigue un proceso de planeamiento definido por una instrucción de la SEDEF y derivado de las necesidades de I+D del Departamento que están recogidas en un Plan de I+D a seis años. Cada año se revisan, priorizan y se define cuáles de esos proyectos pasan a la programación del año siguiente, para su posterior presupuestación.

La ETID 2020 incluye un conjunto de líneas de I+D+i de interés para defensa en las que se identifican las tecnologías de interés del Ministerio. Estas líneas de I+D+i sirven de referencia para guiar el planeamiento de la I+D+i del Departamento, así como para articular la colaboración con otros agentes a nivel nacional e internacional. Para su identificación y definición se han tenido y tienen en cuenta las capacidades militares, la previsible evolución de las tecnologías y las capacidades tecnológicas de la base tecnológica industrial. Una constante y adecuada coordinación entre el Ministerio y la Base Tecnológica e Industrial (BTI) para las fases iniciales del planeamiento, tanto nacional como internacional, es esencial ya que sus capacidades pueden condicionar en gran medida la manera de abordar cada línea de I+D+i de interés de la ETID y para el apoyo nacional a las temáticas de programas europeos.

Desde el Departamento se realiza una actividad continua de prospectiva y vigilancia tecnológica de las capacidades de la BTI y sus avances tecnológicos, habiendo una constante realimentación por ambas partes. Muy en particular, en esta dimensión también se considera la Estrategia Industrial de Defensa 2015 (EID 2015), principal referencia para guiar los esfuerzos de las empresas y de la Administración en torno a la componente industrial de la Defensa, que establece unas áreas de conocimiento que afectan a los intereses esenciales de seguridad y defensa, basadas en un análisis de las capacidades industriales estratégicas de la Defensa.

Con objeto de centrar las principales actividades de I+D+i, en la ETID se realiza una priorización de las citadas líneas, considerándolas Objetivos Tecnológicos. Las actuaciones relacionadas con los Objetivos Tecnológicos tienen como finalidad desarrollar, en el marco temporal de la Estrategia, los proyectos necesarios que permitan alcanzar los niveles de ambición establecidos para cada uno de ellos. El marco temporal de la Estrategia coincidirá con los seis años de desarrollo de la fase de ejecución del ciclo de planeamiento de la Defensa, permitiéndose así el alineamiento de ambos procesos.

Los Objetivos Tecnológicos se organizan en tres niveles:

  • Incorporación de tecnologías avanzadas en las futuras grandes plataformas y sistemas de armas a través de grandes programas tractores,
  • Tecnologías para los principales desafíos y retos tecnológicos de defensa
  • Vigilancia de tecnologías emergentes con aplicación futura a defensa

Se trata de un total de 27 objetivos que focalizarán la mayor parte de las actuaciones en I+D+i, para lo que se van a desarrollar planes específicos asociados a cada uno de ellos. Dichos planes definirán un conjunto de actuaciones en I+D+i que frecuentemente combinarán el desarrollo de prototipos próximos a su empleo operativo con el desarrollo de demostradores tecnológicos que capaciten a la BTID.

La difusión de oportunidades de cooperación se materializa mediante la difusión de noticias en el portal web de la ETID, y los correos masivos a las entidades de la Base Tecnológica Industrial de Defensa que han mostrado interés en su recepción. La celebración de jornadas informativas abiertas también resulta de gran impacto.

¿Cuáles son los principales programas de innovación que se están desarrollando de forma cooperativa desde el marco europeo y marco OTAN con participación española?

El segundo pilar de la ETID, de cooperación, promueve actuaciones que conduzcan a crecientes grados de cooperación en I+D+i dentro del ámbito nacional e internacional. En el ámbito internacional el principal programa de cooperación dentro de la Comisión Europea es el Fondo Europeo de Defensa (EDF) con sus dos tipos de acciones: acciones de investigación y acciones de desarrollo de capacidades de defensa.

El EDF, sucesor al mismo tiempo de la Acción Preparatoria de Investigación en Defensa (PADR) y del Programa Europeo de Desarrollo Industrial en Materia de Defensa (EDIDP), cuenta con un presupuesto de 7.950 millones de euros y es la iniciativa clave de la Comisión Europea para apoyar la investigación colaborativa y el desarrollo de las capacidades de defensa con el presupuesto de la UE. En el contexto del actual marco financiero plurianual de la Unión (2021- 2027), el Fondo prestará apoyo financiero a consorcios de compañías de diferentes Estados miembros que emprendan actividades de investigación cooperativa en materia de defensa y el desarrollo de productos y tecnologías de defensa. El Fondo también incluye mecanismos para estimular la apertura de las cadenas de suministro.

Otro de los programas de los que se beneficia la cooperación en materia de defensa es, en menor medida, el programa marco Horizonte Europa en sus convocatorias del clúster de “Seguridad Civil para la Sociedad”, principalmente. Horizonte Europa es un programa de orientación exclusivamente civil, pero hay tecnologías que se investigan en él que también pueden ser de interés para defensa (tecnologías de doble uso o duales).

Por su parte, también dentro del seno de la UE, en el marco de la Agencia Europea de Defensa (EDA), de carácter intergubernamental, se promueven proyectos de cooperación en I+T, concretamente en la conocida estructura de los grupos denominados CapTechs (Capability Technology). Bajo la dirección de los Estados miembros y con el apoyo de la EDA, la participación de la industria y centros de investigación y académicos es también clave. Esta estructura de trabajo lleva en funcionamiento desde su arranque allá por el año 2004 y resulta bien conocida.

Ya fuera del marco estricto de la UE, conviene citar que España participa de forma cooperativa en proyectos promovidos a través de la STO de la OTAN. En la STO, expertos nacionales pertenecientes al Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Armadas, a la industria, al ámbito académico y de investigación participan en colaboración en las distintas actividades de ciencia y tecnología que se desarrollan en esta organización, que incluyen estudios sobre temas científicos, tecnológicos u operativos, organización de eventos como simposios, conferencias y talleres (workshops), y la realización de demostraciones y experimentos tecnológicos.

En cuanto a las iniciativas referidas específicamente a la innovación, y en respuesta a su auge en sentido exponencial ya en el presente y sobre todo en su proyección de cara al futuro, se están creando y reforzando estructuras dedicadas a este aspecto de la I+D+i en el marco internacional, en concreto la iniciativa DIANA (Defence Innovation Accelerator for the North Atlantic) de la OTAN y el Innovation Hub de la EDA (consultar el Strategic Compass), sin olvidar a la Comisión con el Fondo EDF, conducentes a conseguir y mantener de forma competitiva la soberanía estratégica de sus estados miembros. Como se ha apuntado, todas estas organizaciones tienen sus acciones en innovación en pleno proceso de revolución, pero el Departamento sigue apostando con el máximo grado de prioridad por mantenerse en las posiciones destacadas. Por citar un logro reciente en el momento de escribir este artículo, y en relación con DIANA, el pasado abril se hizo pública la lista inicial de la red de aceleradoras y centros de ensayo con la que DIANA va a empezar a funcionar y que por el momento contará en el ámbito naval con el INTA-CEHIPAR. Una vez que la iniciativa empiece a rodar, esperamos poder incorporar más elementos nacionales, como aceleradoras de empresas emergentes de alta tecnología (start- ups), entre otros.

En comparativa con las capacidades de nuestros socios europeos en el ámbito de innovación en Defensa, ¿con qué capacidades cuenta España que sean de oportunidad para su aporte y compromiso internacional?

España cuenta con una BTID bien capacitada como lo está demostrado en la participación en los proyectos del Fondo EDF, que es clave para alcanzar los retos de los grandes programas de continuación. Además, cuenta con un organismo excepcional de investigación como es el INTA, así como otros públicos y privados, del mundo académico etc. que conforman la red de investigación de Estado. Es fundamental, en los escenarios que se abren con el avance del siglo XXI, la explotación de sinergias entre todos los actores con capacidad de actuar en innovación (por la vía tecnológica), ya sean “civiles” o de “defensa”, distinción esta que, por cierto, también sigue siendo cada vez más borrosa. También en el ámbito netamente civil nuestro país ha demostrado durante décadas su capacidad de abordar la innovación tecnológica, y desde ambos lados trabajamos sistemáticamente en el aprovechamiento de esas sinergias. Ese es nuestro activo en la concurrencia con otras naciones. Y nuestras políticas de I+D+i se perfeccionan constantemente para la mejora de la posición nacional, y siguen dando frutos.

¿Podría destacarnos los principales tres retos estratégicos de la innovación para el sector de la Defensa nacional ante el escenario futuro?

La I+D+i es un tractor para la industria, ya que la inversión en esta área capacita y posiciona para acometer los nuevos retos de futuro. En este marco, los principales tres retos estratégicos de innovación en Defensa ante el escenario futuro serían:

  • Consolidar la inversión del Ministerio de Defensa, del Ministerio de Ciencia e Innovación, Comunidades Autónomas y todo tipo de otras entidades en I+D+I, incluyendo obviamente las tecnologías duales, a través de sus programas de inversión y garantizando el acceso a nuevos Fondos, o ampliando la facilidad de acceso a fondos ya disponibles, como FEDER, Next Generation EU, etc. con nuevas herramientas.
  • Posicionar y orientar de forma temprana a la BTID ante la previsión de los requisitos que pueden plantear los nuevos retos estratégicos, derivados de las nuevas cargas a la luz de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). De forma más operativa, facilitar vías para el acceso a los fondos europeos y los grandes programas tecnológicos tractores como el NGWS/FCAS, EMALE, ESSOR, entre otros.
  • Asegurar la respuesta de la BTID ante las nuevas posibilidades de inversiones. Se esperan grandes avances y respuestas a estos procesos. Un factor fundamental que seguimos tratando de reforzar es lo que podemos llamar Comunicación, es decir, difundir el conocimiento sobre la existencia de estas oportunidades.
¿Cómo podría aportar el sector civil, académico y de investigación, y el sector empresarial al desarrollo e innovación de la industria de Defensa nacional?

El papel de la base tecnológica industrial en el proceso de I+D+i de defensa es fundamental ya que actúa como proveedora de las soluciones tecnológicas que necesita el Ministerio de Defensa y como enlace para que el desarrollo tecnológico presente en el ámbito civil se traslade a las aplicaciones militares. Contribuir al desarrollo de las capacidades militares y contribuir a conformar la base tecnológica e industrial nacional de cara a que disponga de las capacidades necesarias y esenciales para la defensa son unos de los principales objetivos del Ministerio de Defensa reflejados en la ETID 2020. Esta Estrategia constituye un ámbito propicio para que universidades y centros de investigación produzcan avances en el conocimiento y la tecnología, y para que grandes empresas y pymes encuentren nichos en los que centrar sus actividades y amplíen los mercados a los que trasladar sus productos.

Entre las herramientas de financiación del Ministerio de Defensa y de posible mayor interés para la BTI, se encuentra el programa de Cooperación en Investigación Científica y Desarrollo en Tecnologías Estratégicas (COINCIDENTE) que tiene como objetivo aprovechar las tecnologías desarrolladas en el ámbito civil que puedan ser de aplicación en proyectos de interés para el Ministerio de Defensa. En los últimos años, se han presentado convocatorias con periodicidad anual y dirigidas a temáticas específicas de interés para defensa.

Además del Programa COINCIDENTE, tradicionalmente desde la DGAM también se gestionan proyectos de desarrollo para satisfacer necesidades tecnológicas de nuestros ejércitos, donde se aborda un conjunto de proyectos cercanos a su uso operativo, a menudo derivado de demandas específicas de los ejércitos; evaluación de demostradores, donde se evalúan demostradores y prototipos existentes bajo condiciones cercanas a las operativas para verificar si pueden ser la base para su adaptación a requisitos de defensa. Y por último, nos encontramos también con los grandes programas de plataformas en el marco de los cuales, dada su complejidad, dimensión y largos ciclos de vida, es necesario lanzar proyectos que permitan reducir los riesgos de incorporar tecnologías avanzadas, antes de iniciar el desarrollo del sistema final.

Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa considera de gran interés mantener una estrecha relación con la base tecnológica industrial y estar siempre actualizados de sus actividades, por lo que les invita a que participen también en eventos que organiza como el Congreso Nacional de Defensa y Seguridad de I+D (DESEI+D), jornadas técnicas de temáticas específicas, entre otros, ya que puede ser un medio de difusión de los avances tecnológicos que están llevando a cabo y que pueden aportar valor al desarrollo de nuestras Fuerzas Armadas, teniendo en cuenta hoy el día del creciente peso de las tecnologías de uso dual, que favorecen el aprovechamiento de las sinergias existentes entre las necesidades del ámbito de defensa y seguridad y del sector civil.

Por último, destacar la importante labor que se realiza desde el Sistema de Observación y Prospectiva Tecnológica (SOPT) que, entre sus principales objetivos, tiene el de identificar las últimas tecnologías con fines de defensa y ver hacia dónde debemos orientar nuestra prioridades y esfuerzos a través de una gran red de colaboradores, pertenecientes al Departamento y fuera del mismo, como universidades, empresas, centros tecnológicos, etc. Para llevar a cabo este fin, el SOPT está en continuo contacto con la BTI para conocer los nuevos avances en las tecnologías que pudieran ser de interés para Defensa.


RESUMEN DEL WEBINAR: CLAVES ESTRATÉGICAS DEL MARCO DE SEGURIDAD Y DEFENSA DE LA UNIÓN EUROPEA

El pasado día 8 de junio, desde el Instituto de Seguridad y Cultura celebramos un webinar para tratar las claves estratégicas del marco de seguridad y defensa de la Unión Europea. Pusimos el foco en el análisis y reflexión sobre las bases de construcción, definición y desarrollo histórico de este marco y en los retos futuros.

Para ello contamos con la participación de Antonio Notario, jefe de la Unidad de Planeamiento Estratégico del Departamento de Seguridad Nacional, con el Coronel Jose Luís Pontijas, analista principal del Instituto de Estudios Estratégicos Españoles para el área euroatlántica, y con el Doctor Alberto Bueno, profesor de la Universidad de Granada y experto en investigación sobre temas de seguridad y defensa.

Los tres expertos incidieron en que la Unión Europea no deja de ser desde sus inicios un proyecto político en transformación constante ante las nuevas incorporaciones y salidas de la Unión. A la hora de definir su marco estratégico, existe la enorme dificultad de coordinar la voluntad política de todos sus estados miembros y trabajar en el acuerdo ante las divergencias de dirección.

Como puntualizó el coronel Pontijas, la Unión Europea se enfrenta a una evolución del contexto y de las amenazas sectoriales y geográficas. “Europa consigue grandes avances tras haberse enfrentado a crisis”, ha señalado. Esto es lo que ha ido definiendo el enfoque de las estrategias a lo largo de su desarrollo histórico.

El marco de seguridad y defensa de la Unión Europea ha estado siempre encuadrado bajo la dirección estratégica de la OTAN. Antonio Notario incidió en que, ya en la Brújula Estratégica, se hace referencia a que “la OTAN es el pilar básico y fundamental de la estrategia de seguridad y defensa de la Unión Europea”. El jefe de unidad del Departamento de Seguridad Nacional subrayó también que debajo de las enormes diferencias políticas para la dirección estratégica de la Unión Europea, pesan los intereses del sector industrial y el complejo número de agencias que dificultan ese avance integrado.

El profesor Alberto Bueno insistió también en que esa falta de acuerdo en la definición y enfoque de futuro sobre la autonomía europea afecta en el planteamiento de su estrategia de seguridad y defensa, así como en el fortalecimiento de sus capacidades.

España es uno de los principales impulsores de ese nuevo concepto OTAN ante la acogida de la próxima cumbre en Madrid, pero queda pendiente hacer frente al enorme desafío de impulsar la industria nacional de Defensa (en el top 100 del Instituto de Estocolmo, sólo aparece la empresa de Navantia) y el defender su participación en los diferentes programas de innovación y desarrollo de la Defensa.

Como reto positivo planteado por los panelistas, queda resaltar que España cuenta con la enorme oportunidad de impulsar la capacidad transformadora de la pequeña empresa de la industria en la generación de nuevas oportunidades tecnológicas.

 

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